Una diferente, por decirlo de alguna manera, reacción de una madre ante el asesinato de su hija. Una mujer capaz de hacer literalmente lo que sea por encontrar al asesino y violador de su hija y meterlo preso.
Una película políticamente incorrecta, con mucho humor negro.
Esta mujer, Mildred Hayes, interpretada magistralmente por Frances McDormand, decide invertir sus ahorros en tres anuncios abandonados en medio de la carretera. Cada uno con tres mensajes para los responsables de que el asesinato de su hija, todavía no haya sido resuelto, ni haya culpables.
La película parte desde ese punto y nos lleva por una serie de eventos inusuales, violencia, humor negro y situaciones fuera de lo común.
El director McDonagh, creó esta historia desde un recuerdo personal y construyó un universo con personajes densos, con historias pesadas, duras. La protagonista es Hayes, pero todos los personajes satélite tienen una profundidad extrema. Todos son una bomba a punto de estallar.
La película recorre junto a Hayes en la búsqueda por hallar un culpable, el apriete al jefe de policía de la ciudad Willoughby (inmenso trabajo de Woody Harrelson), la pelea constante con un prepotente oficial (Sam Rockwell) y su relación con ex marido e hijo.
Los habitantes de Ebbing, Missouri, parecen tener otro código, en donde el racismo y la violencia, no son solo moneda corriente, sino que es la forma de manejarse en la cotidianidad. Sobre todo, lo vemos en el constante abuso de autoridad de la policía.
3 anuncios por un crimen es impecable por donde se lo mire: dirección, fotografía, guion y actuaciones. Solo le sobran unos minutos para ser perfecta.