3 Anuncios por un Crimen: El dolor de hacer lo necesario.
El director de In Bruges y Seven Psychopaths vuelve con un galardonado relato sobre una madre dispuesta a volverse la villana de un pueblo cuando la policía parece haberse rendido ante el caso de su hija asesinada.
Tarantino, Shane Black y hasta los hermanos Coen son algunos de los nombres que suelen revolearse cuando se habla del trabajo en cine de Martin McDonagh. Es necesaria la aclaración de “en cine” porque el director, guionista y dramaturgo británico tiene un saludable cuerpo de trabajo en teatro acompañando las dos o tres películas con las que ya le ha volado la peluca a más de uno. Primero con un pequeño y oscuro relato de comedia en In Bruges y luego con una ambiciosa odisea de delirios en Seven Psychopaths, se mantuvo siempre en las conversaciónes del público cinéfilo gracias a su particular humor y capacidad narrativa.
McDonagh parecía definitivamente haber decidido seguir con su filmografía un camino punk, tal como en su carrera teatral, eligiendo abrazar con orgullo la faceta juvenil de sus trabajos y mostrándole el dedo más vulgar a quienes busquen en su cine lo que suelen ofrecer los directores más “serios”. Bueno, eso es lo que parecia, pero acá estamos: con su film más laureado hasta ahora, nominado ya a cualquier cantidad de premios y ofreciendo una experiencia que se encuentra al alcance de cualquier espectador que este aunque sea de paso por su cine.
3 Anuncios por un Crimen es un drama con risas y lagrimas por igual, la despiadada historia de una madre que comienza una batalla pública con la policía de su pueblo cuando cree que dejaron de lado el caso de su hija recientemente asesinada. Una historia con varios protagonistas pero sin villanos, donde todos se verán enfrentados y nadie quedara con las manos limpias de sangre. Como siempre, la violencia y oscuridad de sus historias se encuentran enmarcadas en un juego de personajes repletos de corazón. Aunque claramente vamos a dejar su lado teatral de lado en esta reseña, resulta imposible separarlo totalmente debido a su estilo tan teatral y literario. Esta es una historia que tiene todo como para convencer a cualquier desprevenido que se trata de una adaptación de una gigantesca y best-sellera novela.
El tono, el lugar y los personajes resultan inmediatamente comparables a algunos de los trabajos de los hermanos Coen. Aunque McDonagh se encarga de rellenar y decorar esa base con su humor característico. Repitiendo actores con los que ya colaboro, como Woody Harrelson y Sam Rockwell entre muchos otros, e incorporando por ejemplo a la siempre increíble Frances McDormand (Fargo). Completan un númeroso elenco nombres como Abbie Cornish, Peter Dinklage y Caleb Landry Jones (Get Out) junto a tantos otros que gracias a un guion interesado en crear una red de desarrollados personajes tuvieron su recompensa ya con varias nominaciones a Mejor Elenco.
Si bien es cierto que los aspectos técnicos no pueden dejarse de lado a la hora de analizar una trabajo cinematográfico, también es verdad que en algunos casos (como este) ocurre que las facetas de producción, fotografía y sonido se integran tan perfectamente que se vuelven parte de un todo homogéneo que le permite a sus estrellas brillar. Esto se lo suele decir refiriéndose a películas en las que las actuaciones son las protagonistas, y en este caso la utilizamos para referirnos a un film en el que destacan por sobre todas las cosas la visión de un cineasta realizada mediante un excepcional guion y un impecable trabajo de dirección.
Cada uno de sus tres protagonistas logra explorar por su cuenta, y en conjunto, todas las temáticas increíblemente fuertes que explora la película: la muerte, la culpa, el deber y el perdón son solo algunas de las cuestiones que se plantean y desarrollan. McDonagh no solo se mete de lleno en estos temas sino que se ensucia las manos entregando mediante sus personajes y las acciones de estos mismos, su visión o respuestas frente a cuestiones que todos elegimos ignorar en nuestra vida y tantos cineastas deciden tratar superficialmente en sus trabajos. Es una historia donde solo hay intermedios entre villanos y victimas, donde el egoísmo esclaviza y libera por igual.
Es una excelente película con una capacidad increíble para ponerle un tono único a una trama llena de dolor e intentos de vencerlo. Aunque valga la pena solo por su guion y actuaciones, también es una valiosa experiencia para cualquiera que disfrute de un cine tan profundo como amplio en cuanto a su combinación de humor y drama. McDonagh es un escritor con una voz particular y la capacidad para realizar su visión en varios medios, pero en este caso (y algunos dirían por segunda vez) completó un proyecto que es, y será, celebrado por toda la industria como el trabajo de un maestro de su arte.