Martin McDonagh (“In Bruges”, “Seven Psychopats”) nos presenta su tercer largometraje sobre una madre en busca de justicia. Mildred Hayes (Frances McDormand) decide que la forma más práctica para llamar la atención de las autoridades de una pequeña localidad en Missouri es alquilar tres carteles o avisos, dejándole un mensaje al sheriff local (Woody Harrelson) para reclamarle la falta de resultados en la búsqueda del asesino de su hija.
Así es como comienza a gestarse un drama con mucho humor negro y situaciones totalmente inesperadas. Como ya es habitual en la filmografía de McDonagh, sus personajes son individuos de moral cuestionable que buscan hacer las cosas de forma poco ortodoxa. Habitualmente resulta difícil empatizar con ellos.
“Three Billboards Outside Ebbing Missouri” es una película que sorprenderá por el ingenio y la frescura de su guion. Un relato que por medio de la acidez se encargará de hacer una crítica a la sociedad sobre el abuso policial, la falta de compromiso de las autoridades, la discriminación racial, entre muchos otros temas.
A través del relato iremos viendo cómo los personajes irán transformándose a partir del contexto, y principalmente lo veremos plasmado en la excelente interpretación de Frances McDormand, componiendo a una mujer fuerte y decidida que cruzará barreras con tal de conseguir justicia. Un papel que quedará grabado en la memoria del espectador y que ya estuvo obteniendo su reconocimiento en la temporada de premios al igual que Sam Rockwell, quien también realiza un estupendo trabajo con un personaje complejo que tendrá un fuerte cambio a lo largo del metraje. Acompañan muy bien a la protagonista Woody Harrelson con un peculiar Sheriff atravesado por su estilo característico, Peter Dinklage y Abbie Cornish, ambos con roles discretos pero efectivos.
McDonagh ofrece un gran trabajo como director y guionista, proporcionando uno de esos largometrajes sorprendentes. No solo funciona a nivel narrativo e interpretativo sino que además cuenta con una vibrante banda sonora y una fotografía que logra crear una atmósfera opresiva, fría y melancólica.
Quizás la mayor virtud de la película radica en dejar de lado la investigación policial en sí, para centrarse en el trasfondo de una familia, y en especial una madre, destrozada por la muerte de su descendencia y todo lo que conlleva ese entorno. La trama prioriza o motiva narrar los acontecimientos relacionados a la reaccionaria actitud de esta mujer que busca justicia sin importar los medios con los que se la obtenga. También resulta sumamente atractivo profundizar en ese contexto de pueblo chico donde todos se conocen, y donde cada acción tiene una reacción inmediatamente cercana. A su vez, tenemos la contraparte de las autoridades tratando de defenderse y salir de aquel letargo, para mostrarles a los ciudadanos y a aquella familia que no se encuentran indiferentes ante el hecho.
En síntesis, “Three Billboards Outside Ebbing Missouri” es una película que cuenta con grandes actuaciones, una labor técnica impecable, diálogos inteligentes y audaces, vueltas de tuerca inesperadas, y mucha personalidad narrativa. Un relato sorprendente, formidable, fuerte y entretenido al mismo tiempo. El director nos ofrece una mirada cínica y ácida sobre el racismo, el sexismo, la burocracia y la procrastinación. ¿Cómo un film puede ser tantas cosas a la vez? Pregúntele a la poderosa pluma de McDonagh.