Este film es del director, dramaturgo y guionista angloirlandés Martin McDonagh (“Siete psicópatas”, “Escondidos en Brujas”).
Los tres anuncios que se publican en la ruta los paga la madre de la víctima y son terribles: “Violada mientras moría”, “¿Ningún arresto todavía?” y “¿Cómo es posible, sheriff Willoughby?”, esto trae un gran revuelo en el lugar, desata varios conflictos, de ahí en más todo lo que va sucediendo a raíz de esto te deja pensando, sobre todo a partir de la reacción de los lugareños.
La trama cuenta con las excelentes actuaciones de: Woody Harrelson (Willoughby, sheriff del lugar), Sam Rockwell (Jason Dixon, como el policía villano, racista, alcohólico y dominado por su madre interpretado por Sandy Martin) y Frances McDormand (Mildred, como la madre que busca justicia por su hija muerta y violada, que además necesita sacarse las culpas, divorciada de un hombre violento, que se fue con una joven de 19 años. La actriz merece ser nominada y ganar el Premio Oscar). Dentro de las actuaciones secundarias cabe destacar las de: Peter Dinklage (James, amigo y enamorado de Mildred), John Hawkes (Charlie, el ex marido de Mildred, un ser violento), Caleb Landry Jones (Red Welby, agencia de publicidad), Lucas Hedges (Robbie, el hermano de la chica fallecida y violada). El lugar en el que se desarrollan los acontecimientos de nombre Ebbing y que pertenece a Missouri (ficticio) también es protagonista del relato.
Es una historia dura, fuerte, sobre esta madre que lucha por justicia, donde uno de los policías de este lugar prefiere torturar a los afroamericanos antes que hacer justicia. Se puede observar la discriminación, varias situaciones se muestran a través del flashback, resulta punzante, irónica, con un humor ácido, contiene muy buenos diálogos, su guión es grandioso, impecable y detallista. Está bien ambientada y dirigida, con buenos giros argumentales.