El director de “Whisky”, Pablo Stoll (codirección con Juan Pablo Rebella, en 2004), tiene la virtud de saber construir un mundo y las criaturas que lo habitan; pero además tiene muy en claro cuál es el mensaje que quiere transmitir con sus obras.
En el caso de “3”, hablamos de una familia en proceso de disgregarse. Separarse inexorablemente como si fuera casi por mandato.
Padre, madre e hija. Tres. No parece un número aleatorio y sin embargo tiene una impronta estadística.
Rodolfo (Humberto de Vargas), el papá, se está separando de su mujer. Es dentista, pero parece no poder disfrutar de su profesión. Algo parecido pasa con Graciela (Sara Bessio), una esposa enfrascada en su rutina y con una tía enferma (que nunca vemos) a la que va a visitar al hospital. Por su lado Ana (Anaclara Ferreyra Palfy, pichona de actriz), la hija de ambos, está en el colegio secundario atravesando este presente de su familia y descubriendo su sexualidad, sumado al resto de los conflictos propios del adolescente.
Los integrantes de este mundo no parecen poder desarraigarse del todo de su circunstancia, pero están seguros de no querer vivirlas.
Sólo algún esfuerzo físico parece unirlos, pero en todos los casos funciona como una boca de descarga de tensiones. Rodolfo se junta para a jugar al fútbol; Graciela va al gimnasio; Ana practica deportes para el equipo del colegio.
A partir de este planteo “3” se convierte en una producción profunda sobre los lazos familiares, y la forma inconsciente en la que los mecanismos para intentar dañarlos conspiran contra el discurso externo.
La realización, impecable desde lo técnico, propone un espejo para que cada uno aborde las situaciones como quiera. No es extraño escuchar risas por un lado y congo por otro, porque justamente estos son los matices con los que juega Stoll.
Claro, para poder encarar una obra de estas características, el elenco se torna fundamental. La organicidad de los actores supone no solamente talento y química, sino mucho trabajo de ensayo, ya que el realizador sabe eligir claramente cuando es necesario que digan algo y cuando no.
Imposible saber cuál será su suerte en la cartelera, pero bien vale la pena darle una oportunidad cuando uno se lleva bastante más de lo que fue a buscar.