Después de diez años de ausencia, un padre (ok, tema de la semana) vuelve para recuperar una relación (o más) con una ex esposa que comienza una nueva relación después de mucho tiempo y una adolescente difícil. El resultado es tanto un drama individual para los personajes como una comedia para el espectador. Pablo Stoll, codirector de la gran Whisky, muestra aquí una enorme capacidad para el manejo de actores y situaciones, y para pintar emociones con la mínima cantidad posible de trazos.