SUTILEZA CERO
El drama romántico de Benoit Jacquot involucra la vida de dos hermanas que por fuerza del azar terminarán por compartir el mismo hombre. Densa y soporífera se presenta esta película titulada Tres Corazones. Como si el nombre nos lo pudiera advertir, el filme se encierra sobre sí en una historia que ya se contó mil veces.
En los alrededores de París dos hermanas conocen, por casualidad, al mismo hombre, en diferencia de días. Interpretados los roles por grandes actrices como Chiara Mastroianni (Silvye) y Charlotte Gainsbourg (Sophie), la película muestra cómo la vida sentimental de cada una puede arruinar la edificante relación fraternal. Lejos de las sutilezas, parece que el único remedio a la soledad fuera ese hombre misterioso del cual sólo sabemos que ama a todas las mujeres y que sufre una afección cardíaca. Si, justo lo que le duele es el corazón.
Catherine Deneuve casi no habla, y cuando aparece en escena lo hace como espía de una situación que en cualquier momento puede estallar: Sophie (que si bien su nombre indica sabiduría) no sabe que aquel hombre que apareció en la vida de su hermana, por azar, es el mismo con el que ella acaba de contraer matrimonio.
Con un relato cinematográfico casi ausente que quiere salvar su estatus quo al introducir una voz off vana, la película de Jacquot no aporta nada al repertorio melodramático de cualquier programación de domingo por la tarde. Y, si además se agrega un tema musical intrigante que aparece cada vez que la imagen confirma lo que nadie sospechaba, ni siquiera se puede hablar de lei motiv.
La narración tampoco presenta algún tipo de juego con su audiencia que permita desafiar lo dado y arriesgarse a elegir un punto de vista y participar, de alguna forma, de este trío con aires de incesto. Si al menos alguna de las elipsis las hubiera utilizado con otro fin más sofisticado y no sólo para marcar el paso del tiempo, tal vez el filme hubiera adquirido otro tono. Uno más favorable a la profundización del tema que se trata y a la disponibilidad del lenguaje audiovisual.
Por Paula Caffaro
@paula_caffaro