Semana de Luc Besson como escritor y productor ("Brick Mansions", remake de un film de su factoría y esta que nos convoca abren este jueves), mostrando que a veces, es preferible, detenerse un tiempo e intercambiar ideas con gente que realmente aporte nuevos aires a las clásicas temáticas del género acción (subcategoría: espías) y no seguir lineamientos de peligrosa imitación.
El hecho de que Liam Nesson, ya grande (galán maduro), esté conquistando al mundo como héroe de esta corriente ("Taken", "Non-stop") no significa que pueda repetirse de igual manera con otro actor de su generación.
Con el famoso francés y el americano McG a la cabeza de la realización, Kevin Costner (aquí será Ethan) se anima a un juego peligroso: hacer el proceso de transformación de un ex agente de la CIA, (killer hecho y derecho), frío, letal y parco, a un padre de familia responsable, capaz de manejar a una adolescente rebelde, Zooey (Hailee Steinfeld), sensible para reconquistar el amor de su mujer Christine (Connie Nielsen) y eficiente para continuar con la senda de crímenes en busca de un objetivo asignado. La agencia americana, busca a El Lobo (Richard Sammael) hace mucho tiempo.
Ethan estuvo cerca de él en un intento de captura y eso lo entiende bien Vivi (Amber Heard, quien sigue eligiendo cada vez papeles que desdibujan su talento), una hitmen (o hitwomen?) de alto vuelo.
El tema es que, a poco de ese evento, el veterano espía descubre que tiene una enfermedad incurable y su pronóstico le marca el fin en pocos meses. Vivi le ofrece un trato al hombre en retirada: trabajar para la CIA y ayudarla a terminar un riesgoso trabajo pendiente: acabar con el capo mafioso en cuestión, funcionando al estilo parapolicial (es decir, de la ley, ni hablar).
A cambio, ofrece un tratamiento con una droga experimental que podría alargar su vida. Ethan duda, porque se encuentra en esos momentos en París, yendo a arreglar sus papeles (ve un escribano por su testamento y todo) y lo único que quiere es algo de paz para sus últimos días. Busca reencontrarse (y hacer reparar algo del dolor por haberlas dejado solas) con su ex mujer y su hija, a quienes hace mucho tiempo que no ve. Pero la oferta, es tentadora...
Ya se imaginan entonces el resultado, de a ratos, el espía acepta y juega a ser Papá Corazón y convencer a su familia que él puede hacer algo distinto, y en otros, sigue las directivas de su jefe y se ocupa de cargarse malos a granel, mientras trata de dar con el objetivo fijado al principio. Costner es un gran actor, y trata de aportar simpatía y prestancia para captar la atención de la audiencia.
Sin embargo, el problema principal de "3 days to kill" es la falta de equilibrio entre las "dos vidas" que intenta llevar adelante Ethan. Pasamos de la escena del padre bueno y querible a la del tipo que tortura siempre para conseguir información, casi sin escalas. Una disociación instrumental fantástica, que no funciona creíble (ni siquiera en clave de humor).
Además, el film se toma demasiado tiempo para fotografiar a la bella París (hay creo que 3 o 4 escenas con la torre Eiffel de fondo, ¿todos tienen que pasar cerca de ahí?) y mostrar los vistosos modelos de Peugeot (sponsor esta vez aquí), para cualquier traslado, ya sea persecusión o esparcimiento, perdiendo de vista que lo importante es evitar entorpecer el ritmo de la narración y no abusar de ciertos recursos, por interesantes que parezcan.
En el elenco, Heard y Nielsen lucen desdibujadas (a la primera el look de female fatale no le queda bien) y están un escalón debajo de Steinfeld, quien hace lo suyo de manera fresca (la hija teen está perfecta) y natural.
Sin embargo, como el film funciona en base a dos recorridos que sólo se cruzan al final (y de una manera demasiado azarosa diría), ese factor (los contrapuntos de la relación madre-hija) no logra compensar lo que se pierde a la hora de la acción. Sí, hay peleas, balas, persecusiones (elemento donde se luce el trabajo de McG) y el carisma sutil de Costner, quien parece disfrutar bastante su rol. "Tres días para matar" puede ofrecer algunos segmentos de acción que entretengan, pero a la luz de los recursos con los que contaba, debemos decir que está debajo de lo esperado. Otra vez será.