“36 Horas” Crítica. Y ahora… ¿quién podrá ayudarlo?
El film logra resaltar la situación límite de una persona cuando las deudas le llegan al cuello
Maria Paula Iranzo Hace 5 días 0 76
Cuando el ser humano está entre la espada y la pared, hace hasta lo imposible para al menos encontrar un espacio de respiro y así poder buscar la forma de desenmarañar las cosas. Esta es la situación de Pedro (César Troncoso), eje principal de 36 Horas, película a estrenarse el 28 de octubre simultáneamente en el Espacio Incaa Gaumont (Av. Rivadavia 1635, Ciudad de Buenos Aires) y en la plataforma CineAr.
Durante la hora y media de cinta, el espectador acompañará al protagonista durante 36 horas, en las que le sucede de todo: tiene que devolver plata a prestamistas, organizar la fiesta de cumpleaños de su hija junto a su ex mujer (Andrea Carballo), con quien además discute por temas económicos y otros acontecimientos que no hacen más que complicar el panorama.
Como el largometraje marca el comienzo de la trilogía Autoengaño, donde la segunda parte -Cuando oscurece- se estrenará en 2022 y la tercera -La mujer del río- ya está en pre-producción, llama la atención hacia dónde puede llegar a ir y terminar la historia de alguien como Pedro, una persona imperfecta que hace lo que puede con lo que tiene.
La audiencia, viéndolo todo desde afuera, como testigos, deberá tener una fuerza de voluntad enorme para no querer traspasar la pantalla y hacerlo entrar en razón al protagonista, de la forma que fuese. Sus acciones previas al film no denotan a alguien empatizable, pero sus motivaciones en el durante, aunque no se esté de acuerdo, dejan bastante que pensar y debatir.
36 horas se apoya bastante en los personajes y en sus intérpretes, tanto Troncoso como Carballo demuestran una capacidad de llevar las discusiones al máximo sin exagerar, como si la cámara no los estuviera siguiendo.
Técnicamente aceptable, el film supo abrir el paso a contar una historia económicamente anacrónica y que dejará hablando a más de uno.