Retratos de la globalización
Hoy en día una película con focalizaciones múltiples o "coral" no resulta tan novedosa como hace algunos años atrás, sin embargo, este tipo de estructura sigue mostrando, esta vez en 360, que esta lejos de estar agotada en cuanto a recursos narrativos.
Fernando Meirelles (Ciudad de Dios, El Jardinero Fiel, Ceguera) sabe filmar, no hay dudas, su estilo parece sobre todo instintivo, sabe variar su sello dependiendo de lo que quiera contar y eso no abunda y es una de las cosas más destacables de su cine pero en cada película nueva que dirige este estilo intuitivo va convirtiéndose en experimental. No estoy diciendo que el suyo sea un "cine experimental" como genero sino que se basa como premisa en la experimentación, pareciera que se le ocurre una forma, una técnica, un estilo para demostrar/se que tiene talento y en base a eso toma la historia que mejor se adapte a este.
En 360 el director vuelve a trabajar con varios personajes para contar situaciones que giran alrededor de la orbita del sexo y la moral. Lo más logrado de este film es sin dudas la estructura narrativa que contiene a esas pequeñas historias junto al desenvolvimiento técnico con que están unidas desde el montaje y los movimientos de cámara, la suma de estos factores dotan a la película de una fluidez que permite que sea natural el hecho de ir de un país a otro, de un personaje a otro e incluso de un tono a otro (porque algunas situaciones tienen el tono de una comedia romántica mientras otras coquetean hasta con el suspenso psicológico). Cabe mencionar que estas situaciones que se muestran no tienen un desarrollo mucho más profundo que la situación en sí y que los personajes a los que se retratan no tienen demasiada complejidad psicológica pero en mi opinión esto se debe a que al director simplemente no le interesó llevar la película por ese lado, su retrato no es de personajes ni del sexo en la sociedad actual ni es una reflexión sobre las relaciones humanas, 360 es el retrato de una época, es un "pastiche" de situaciones sacadas de diferentes géneros (un rasgo bastante postmoderno) que conviven y están relacionadas más directamente de lo sospechado, en 360 no hay protagonistas, no hay objetivos claros, sólo un deambular en donde cada uno hace las cosas lo mejor posible, en este sentido y haciendo una comparación muy a grandes rasgos diría que la premisa del film está más cerca de las historias de la "Nouvelle Vague" que del modelo Hollywoodense.
En algunos casos lo que la cinta tiene de positivo también lo tiene de negativo, a veces simplifica demasiado y a veces deja de interesar, el transcurso de la película poco a poco va exigiendo un cambio de estrategia sobre todo hacia el final en donde esos micro relatos van siendo cada vez más forzados y la cámara, que hasta ese momento venía subordinando su estilo a los sentimientos de cada personaje, comienza a limitarse a hacer el encuadre correcto.
360 es globalmente una interesante película de un Fernando Meirelles que siempre sorprende y que si bien en este caso opta por salirse un poco de los modelos termina estando más de una vez al borde de la intrascendencia. Si esta intrascendencia es parte una visión sobre la sociedad o si es motivo de un guión frío lo dejo a criterio del espectador.