Buena actualización del clásico “La ronda”
A diez años de la gozosa comedia social «Domésticas» y la consagratoria «Cidade de Deus», el paulista Fernando Meirelles mantiene la buena mano y las ganas de probarse en grandes relatos. También los financistas mantienen su confianza: «El jardinero fiel» y «Ceguera» (parcialmente rodada en la Ciudad Vieja de Montevideo) fueron buenas películas, aunque de menor éxito. Quizá tampoco alcance demasiada repercusión la obra que ahora vemos, variante actualizada del clásico de 1900 «La ronda». Sin embargo, es un trabajo muy respetable.
El esquema es sencillo. Un puñado de relatos sentimentales vincula sucesivamente a una call-girl, un ejecutivo en viaje de negocios, su esposa adúltera, el joven amante de ésta, la decepcionada novia del muchacho, el hombre maduro que confiesa sus errores, el sexópata en libertad condicional, el dentista y su asistente, ambos enamorados con cargo de conciencia, el marido de la asistente, chofer de un mafioso que sospecha de la call-girl, y la hermana de ésta. Cada breve historia permite una reflexión distinta sobre el amor, la necesidad sexual, la soledad, la responsabilidad ante los afectos, y engancha con la historia siguiente hasta completar un círculo. Del que, contrariando ciertas definiciones, se puede escapar.
En varios aspectos, la película evidencia sus vínculos con la pieza original de Arthur Schnitzler (el mismo que entre nosotros inspiró «El ángel desnudo», con Olga Zubarry). Estructura básica, personajes arquetípicos, salto de una situación a otra, franqueza, tono agridulce, tragedia en ciernes. En otros aspectos, «360» evidencia los cambios actuales de mentalidad y representación. Ya casi nada nos parece incorrecto, aunque casi todo nos siga doliendo. Mayores reflexiones correrán por cuenta de cada espectador. Meirelles se limita a mostrarnos sus personajes, como posibles espejos de nosotros mismos.
A destacar, el elenco donde, junto a los buenos y famosos, se lucen los ascendentes María Flor (la novia), Vladimir Vdovichenkov (el chofer), Lucia Siposová y Gabriela Marcinkova (las hermanas). También, el director de fotografia Adriano Goldman, el montajista Daniel Rezende (tres veces candidato al Oscar), la selección de temas musicales y locaciones, que son muchas, porque la pieza original de teatro se ambientaba en distintos rincones de Viena, entonces capital de un imperio, pero la película se ambienta en distintos rincones del mundo, algunos muy parecidos entre sí. Libretista, Peter Morgan («La reina»), que también actúa en una escena junto al bar de un hotel. Se lo reconoce porque, dicho en forma amable, parece el hermano inteligente de Mr. Bean.
Postdata: «La ronda» inspiró una docena larga de films y telefilms. Sobresale la versión del maestro Max Ophuls, no es despreciable como dicen la de Roger Vadim, y resulta muy agradable la versión criolla de Inés Braun, 2008, con Sofia Gala, Daniel Hendler, y largo elenco.