Ensayo para un despedida
El nuevo trabajo experimental de Mercedes Farriols (Olga, Victoria Olga, 2006) se articula como ensayo cinematográfico, carente de una narrativa formal y con una interesante búsqueda estética que cobra valor a través de los sentidos.
En 4 3 2 UNo (2010) cuatro mujeres sentadas frente al mar realizan un duelo. Duelo que cada una ejerce de manera diferente y que el film divide en episodios. La muerte como principio y final es lo que Farriols expone desde una propuesta alternativa.
Con escasos diálogos y una construcción visual cuidada desde todos los ámbitos plásticos, la directora nos ofrece una extraña visión sobre la muerte. Visión presentada desde los que quedan y como cada uno a su manera exterioriza la pérdida.
Pese a la ausencia de palabras, muchas veces utilizadas en forma de prosa, el plano sonoro es de una vital importancia en el desarrollo de la historia. Con una música incidental que actúa como una protagonista más y un especial cuidado en el sonido ambiente, el film presenta una extraña forma de poesía visual en donde uno se olvida del valor de la palabra ya que las imágenes cobran vida por cuenta propia.
4 3 2 UNO no es un film convencional, como ya expusimos anteriormente remite más a un ensayo visual en donde se conjugan las diferentes ramas artísticas que a una mera y simple película. Sólo hay que dejarse transportar por los sentidos y meterse dentro del juego que se nos propone. Si se deja llevar participará una experiencia cinematográfica diferente, sino absténgase.