45 años

Crítica de Alejandro Castañeda - El Día

TIEMPO DE PERDONES

Kate y Geoff están a punto de festejar sus 45 años de matrimonio. Viven en una casona de las afueras. No tienen hijos ni preocupaciones. Pero una carta traerá una noticia que sacudirá esa mansa existencia. Kate siente que el piso se le mueve. No está en juego la fidelidad sino algo igualmente perturbador. Le duele la deslealtad, ese secreto tan guardado. Y le cuesta perdonar. Siente que ha estado junto a un hombre al que nunca conoció del todo, un marido que guardó en un altillo el recuerdo de un amor que, cuando salió a la luz, le terminó echando sombras a un vínculo que acaso haya sido el sobrante de una historia mejor. Ya nada será igual. Y el plano final de Kate en la celebración del 45 aniversario, con esa mirada amarga, le da su sentido final a este film triste y sentido, que acumula escenas obvias, es cierto, que al comienzo es medio plañidero, pero que nos recuerda la fragilidad del amor, lo fácil que resulta derrumbar aquello que parece inmenso. ¿Qué hacer? ¿Perdonar o romper? El film dice que a cierta edad, perdonar es más cómodo. Amainada la pasión, el hijo rojo esta vez se apuesta más a la durar más que a estallar. Un film sereno y sentido que tiene sus baches, pero que invita a la reflexión. T.S. Eliot lo había dicho: “Los hombres viven del olvido; las mujeres, de recuerdos”.