45 años (45 Years, 2015) se destaca por la actuación de Charlotte Rampling, quien interpreta a una mujer que considera que su matrimonio es su principal riqueza. El director Andrew Haigh refleja una historia pequeña, pero profunda, en la que se remarca el efecto del devenir de la vida en el ser humano.
Kate (Charlotte Rampling) está planeando su fiesta de aniversario: con Geoff (Tom Courtenay) cumplen 45 años desde que dieron el sí. Durante ese período la pareja se afianzó y los dos se abocaron al otro por completo, debido a que no tuvieron hijos. Pero inesperadamente, Geoff recibe una carta con una fuerte noticia de su primer amor.
La película se centra en las decisiones y sentimientos de Kate. De por sí es una mujer segura que ha llevado su casa adelante, por eso ahora siente que con las novedades todo se desvanece frente a sus ojos. A tal punto de desconocer a su marido.
45 años muestra hermosos escenarios del paisaje rural en el que se desarrolla. A un tiempo paulatino, por momento demasiado, se rearma una historia del pasado que los espectadores conocerán junto a su protagonista. Porque es como una sombra que aparece en el presente y amenaza el equilibrio de tantos años.
Rampling deslumbra con una actuación en la que transmite las distintas emociones por las que atraviesa su personaje. Y Courtenay hace lo propio, acompañándola en un papel más reservado y misterioso.
Haigh delinea una película elegante, trazada por la distinguida mirada de Kate. Una mujer moderada y expectante que mantiene el interés del público. Sin darle todas las respuestas.