5-5-5

Crítica de Gustavo Castagna - Tiempo Argentino

Obsesiones antes del apocalipsis

El director Gustavo Giannini eligió para su primera película una historia centrada en los dibujos proféticos del pintor y escultor Benjamín Solari Parravicini. En el elenco aparecen al frente Antonio Birabent y Belén Chavanne.

Como punto de partida, la ópera prima de Gustavo Giannini seduce por la originalidad del tema. Es que los dibujos proféticos del pintor y escultor argentino Benjamín Solari Parravicini, quien predijo la destrucción de las Torres Gemelas, representan de por sí un material atractivo para el cine. Y allí se presenta Gabriel (Birabent), profesor de filosofía y lógica, una alumna (Chavanne), que parece salida de una remake de un film de la Hammer para adolescentes, y Tony (Suárez), el primo del docente, sostén simpático de la trama en medio de tanta seriedad y rostro adusto que manifiesta el principal protagonista.
La historia está concebida a través de un thriller de investigación en el que Gabriel, nombre de arcángel solitario y recién separado, se sumergirá en averiguaciones, entrevistas y encuentros con otros personajes secundarios que ayudarán (o no) para la futura revelación de un caos apocalíptico, cuestión que preocupa al profesor, instigado por el fortuito y efímero encuentro con la atractiva alumna, que desaparece de un día para el otro. 5-5-5 tiene un guión invadido por la solemnidad que transmite su tema, y no está mal que así sea; sin embargo, es también allí donde la película se convierte en un monumento a la monotonía y a la rutina detectivesca.
En esos pasajes donde Gabriel investiga, la película de Giannini se ve impedida por la previsibilidad del conflicto y el lugar común, sin virar hacia otras zonas, acaso más cinematográficas y menos elementales en su exposición narrativa. De esta manera, los encuentros episódicos de Gabriel con los personajes encarnados por Norman Briski, Daniel Fanego, Atilio Pozzobón, Adrián Yospe, Ricardo Bauleo, Nancy Anka y ¡Rolando Graña!, convierten a 5-5-5 en una película para escuchar textos, bien escritos, pero solamente eso.
En contraposición, Giannini expone un excelente pulso narrativo y visual en un par de escenas, en especial, cuando Gabriel (quien jamás modifica su excesivo rostro de duda y perplejidad) es perseguido por un extraño sujeto que parece extraído de una película de terror de los años '70. En esos segmentos, la película encuentra un beneficio cinematográfico que se contrapone al montón de diálogos que acumula la necesaria información debido la complejidad de la trama, que en varios momentos termina asfixiando la (im)paciencia del espectador.
Estrenada con un importante retraso, este film inspirado en las publicaciones de los especialistas Von Wurmb, Romaniuk y Pakula, presenta un misterio a resolver invadido por la teoría explicativa en perjuicio de la practicidad cinematográfica. Un misterio charlado, eso es 5-5-5.