Benjamín Solari Parraviccini fue un artista plástico, fallecido en 1974, que se hizo conocido por una serie de psicografías que anunciaron varios hechos históricos, como la caída de la Torres Gemelas, entre otras cosas.
La obra de este hombre es muy interesante y compleja porque en muchas de sus afirmaciones presentó conceptos totalmente adelantados a su tiempo que en varios casos se terminaron concretando.
Un ejemplo de ello es la revolución social que se produjo en el mundo durante los años ´60 sobre la que Parraviccini ya se había manifestado décadas atrás.
5-5-5 es la primera producción nacional que lidia con este tema y ya de por sí eso es un elemento que hacía atractivo a este estreno, donde la producción argentina tiende a ser redundante en sus historias.
En este caso el director Gustavo Giannini (Plumíferos) presenta una película con una propuesta distinta que tiene un comienzo interesante hasta que se vuelve en un thriller trillado con el clásico protagonista paranoico que empapela su casa con el tema que investiga.
No es fácil crear un film de suspenso con la compleja información que brinda la obra de Parraviccini y la idea del argumento no es mala, pero su ejecución resultó fallida.
5-5-5 es un film monótono que nunca logra conectarte con el misterio en que se ve envuelto el protagonista.
No ayudó que el rol principal estuviera a cargo de Antonio Birabent, quien siempre encara todos los personajes de la misma manera, ya sea asesino serial, sacerdote o profesor universitario, como en este caso.
Birabent suele volver densos a los personajes que trabaja y esta no es la excepción.
Su investigación en el conflicto es aburrida y debido a esto el interés que había generado la trama en un comienzo se termina por diluir en unos pocos minutos.
Si a esto se le suma una banda sonora insulsa que tampoco colabora a la hora de generar climas de tensión, la verdad que es complicado engancharse con este film.
Gonzalo Suárez quien hoy es popular por su personaje de Marcos en la saga de publicidades de la tarjeta de crédito, dentro de todo hace más llevadera la historia y aporta una dosis de humor.
Probablemente uno de los actores más espontáneos de este reparto que cuenta además con participaciones de Norman Briski, Rolando Graña (bizarro), Nancy Anka, Adrián Yospe, Ricardo Bauleo y Daniel Fanego, entre los más conocidos.
Me quedó la sensación que el tema de Parraviccini fue totalmente desperdiciado con este conflicto que no es otra cosa que un film predecible que por la temática que tenía daba para mucho más.