Este bien podría haber sido un ejemplo vernáculo de un género cinematográfico poco transitado por estas playas, pero no, termina por presentarse como un producto que degeneró.
Digamos que no produce el efecto deseado, sea por la inoperancia narrativa subdividida en dos relatos que transitan en paralelo, para finalmente confluirse; sea por las diferencias de sostenimiento de ambos texto a partir de sus protagonistas.
¿De queéva la historia? Por un lado una madre en pleno duelo por el fallecimiento de su hijo, el otro, en otro espacio, los amigos del muerto se reúne para “jugar” el juego de la copa y convocar el espíritu del muerto.
El filme muestra constantemente sus costuras y la hilacha, se nota el bajo presupuesto desde la producción, la indivisible performance del desenfoque para no permitir percibir y generar algo, en este caso nada, o el común fuera de cuadro que aquí se traduce como desencuadre accidental, y simultáneamente el origen del o los relatos que la conformaron haciendo hincapié mas en las palabras que en las acciones.
Sólo Cristina Alberó saca sus papas fuera del incendio. Hasta el juego del doble intento de sentido del titulo, “5 AM” no se refiere, por lo visto a esa hora de la madrugada estipulada en inglés, sino a 5 minutos antes de la medianoche, esto también es fagocitado por el fuego.