El director Ezio Massa (2/11 Día de los muertos) revisita un tema clásico del cine de terror: el juego de la copa y la invocación a los muertos. En este caso, es un llamado conjunto, el de una mujer que guarda, y se guarda, un secreto en un altillo y un hombre que invita amigos a jugar al juego que siempre termina por traer tantos problemas. Entre anuncios de tormentas como las que cayeron en Buenos Aires esta semana se alternan recuerdos, visiones e imágenes tenebrosas que dan cuenta del mundo psicológico de los personajes. El resultado no es todo lo sólido que debiera para convencernos ni asustarnos, pero tiene más de un momento logrado, lo que para una propuesta de género made in Argentina, no es poco.