50 primaveras es puro costumbrismo con acento francés (no parisino). A sus 50 años, una mujer llamada Aurora, a punto de ser abuela, lidiando con las primeras fases de la menopausia y en búsqueda de empleo, tendrá una segunda oportunidad en el amor. Azarosamente, se reencontrará con el primer hombre importante de su vida, y quizás reanuden la pretérita pasión que les prodigó la juventud, cuando la vida prometía dulzuras y libertades infinitas. Que el personaje interpretado por Agnès Jaoui recuerde con nostalgia la era en la que el musical Hair definía su posición en el mundo es un indicio preciso de lo que se cree defender, pero no transitar.