El director de 'Annabelle' nos presenta un producto de horror teen, con reminiscencias a la saga 'Destino Final' y la noventera 'Wishmaster'.
Clare (Joey King) es una joven de 17 años quien de pequeña perdió a su madre de forma fatal: fue testigo presencial de su suicidio. Esta tragedia atormenta día a día a la chica y a Jonathan (Ryan Phillippe), su padre, que tampoco parece superar este triste acontecimiento. Ambos sobreviven como pueden en una casa venida a menos, saturada de chatarra debido a la afición del padre a recolectar basura, actividad que avergüenza a Clare.
Un día, entre los desperdicios de una elegante casa, Jonathan encuentra una hermosa caja musical que parece provenir de la antigua China. Sin dudarlo se la regala a su hija, quien logra descifrar que es una caja de los deseos, por lo que a modo de juego pedirá el primero. Lo asombroso empezará cuando los deseos se comiencen a cumplir. La vida de la adolescente cambiará radicalmente (de looser pasará a ser la más popular, tener dinero, conquistar al chico más guapo de la escuela, etc), pero lo que aún no sabe es que a cambio deberá pagar un precio muy alto teñido de sangre.
7 Deseos es un verdadero patchwork, en pos de una búsqueda comercial, para agradar sobre todo al público adolescente (el que más consume películas de terror), mezcla géneros y temas mal hilvanados. Es un drama teenager, del estilo historia de preparatoria con winers, loosers y peleas de por medio, en el que la atormentada protagonista busca algo de redención para su gris vida y la de su padre acumulador, con una presencia absoluta de la tecnología.
Los celulares funcionan como el modo de comunicación por excelencia y las redes sociales dominan un nuevo espacio social virtual entre los adolescentes, a través de la cual comunican al mundo lo que hacen y también resulta una herramienta apta para practicar bullyng. Es una pena que en el film este recurso está utilizado solo pour la galerie, de modo trivial, sin cumplir ninguna función narrativa. Por otra parte el horror aparece condensado en esa caja musical que entra en el relato de forma débil. El objeto endemoniado, parece tener vida propia y su cometido es reclamar almas, además de provocar una conducta adictiva tal como el my precious del gollem en El señor de los anillos.
El hecho es que por culpa de este artefacto, que cumple los deseos de Clare, se comienzan a suceder muertes extrañas de la gente que la rodea al mejor estilo Destino final. Aunque no alcanza el nivel de espectacularidad, y efectismo, de las escenas mortales de esta saga, hay que reconocer que dos bien están bien elaboradas: la de la vecina, en la que con planos detalles se sugiere la obviedad de que esta se cortará la mano (y después sucede otra cosa), y en la que se realiza un montaje paralelo entre lo que acontece con su padre en la ruta y su amiga encerrada en un ascensor, elevando la duda de quién de los dos caerá en desgracia.
Las demás escenas vinculadas al terror de tan inverosímiles son grotescas, y provocan mas risas que susto en el espectador ¿Es recurso es adrede? Por cómo está planteado el argumento no lo creo. Sin aportar nada nuevo, 7 Deseos se sitúa entre esos productos de consumo rápido y descartable, en donde los clichés del cine de género siguen siendo los mismos de hace décadas.