Instantánea de un lugar enigmático
Benicio del Toro, Julio Medem y Elia Suleiman, NO, Trapero y Juan Carlos Tabío, BUENO, Gaspar Noé y Laurent Cantet, UN GRAN SÍ.
"7 días en la Habana" es un film colectivo en el que 7 cineastas conocidos (menos Benicio que es más conocido como actor) brindan su mirada acerca de aquella enigmática capital cubana. Cada director se acapara 1 día en la Habana y cuenta una historia particular imprimiendo su sello característico.
Comenzando con los mejores, el francés Laurent Cantet ("La Clase", "L'emploi du temps") y el argentino Gaspar Noé ("Irreversible", "Enter the Void"), logran desarrollar una mirada más comprometida e interesante acerca de los cubanos. Un ritual brujo para curar el lesbianismo de una adolescente y la celebración de una festividad para la virgen cubierta de simbolismos. Proponen cine inteligente y que mueve los sentidos, con una fotografía distinta y un uso de la simbología que llega a transmitir las sensaciones que viven los personajes. Dos miradas muy distintas, pero que logran el objetivo con creces.
Por otra parte, el también argentino Pablo Trapero ("Elefante Blanco", "Carancho") y el cubano Juan Carlos Tabío ("Lista de Espera", "Fresa y Chocolate"), ofrecen historias entretenidas pero que no lograron resaltar sus dotes cinematográficas. Son pequeños momentos que no logran involucrar demasiado al espectador, ni lo sorprenden. Las historias no son malas, pero tampoco llegan a ofrecer cortos realmente orginales como Cantet y Noé.
Por último, lo más flojito según mi criterio, fueron la ¿comedia? de Benicio del Toro, el melodrama de Medem y la mudita de Suleiman. Lo de del Toro me quedó con mucho gusto a poco... dasgarbada, sin un sentido relevante. Es la mirada del norteamericano menos sofisticado que piensa que La Habana son sólo prostitutas, cigarros y playas. Lo de Medem es en cierta manera un entretenimiento culposo, como esos culebrones de la tarde con historias amorosas en dónde el galán viene a salvar a la dama de la miseria, le ofrece el oro y el moro, pero ella lo rechaza por amor y se queda en su relación actual luchándola. A los más románticos, quizás les pueda llegar a gustar. Por último, lo del cineasta israelí Elia Suleiman, debo decir que me aburrió bastante. Entiendo el sentido del letargo que le imprime a su historia para transmitir las sensaciones del protagonista, pero aún así creo que desentonó con el ritmo que traían los demás cortos y terminó haciéndome bostezar.
Más allá de que no todas las historias resultaron de mi agrado, "7 días en la Habana" es una propuesta interesante para zambullirse en una cultura controversial y admirada por muchos, además de que permite disfrutar de diferentes tipos de narración y pericia cinematográfica.