Filme coral y dispar
En esta película sobre la capital cubana, se destacan los cortos de Pablo Trapero y, especialmente, el de Elia Suleiman.
Toda película coral tiene sus puntos altos, sus mesetas y sus partes que uno se preguntan qué están haciendo allí. La mera comparación de los trabajos les juega a favor y en contra a unos con otros.
Pero a diferencia de otros, llamémosle ensambles, como NewYork I Love You (2009, 10 cortos y transiciones) o Paris, Je T’aime (2006, 20 cortos), si bien la duración es casi la misma -dos horas que se hacen largas-, el número de cortos bajó, son 7. Lo que tiene sus pros y sus contras. Veamos A los productores de estos trabajos grupales siempre le resulta difícil decidir no sólo a quiénes llamar para dirigir, sino, una vez que tienen los trabajos, ordenarlos, decidir cuál abre, cuál le sigue y cuál cierra. En Historias de Nueva York , Scorsese abría con Lecciones de vida , segmento que no iba a ser superado ni por lejos por Coppola o Allen. Aquí el que abre es El Yuma , debut directorial de Benicio Del Toro. Bien podría seguir dedicándose a lo que mejor sabe hacer. El actor boricua dirige a Josh Hutcherson ( Los juegos del hambre ) como Teddy, un actor que pasa una noche entre alcohol, mujeres, prostitutas y algún otro lugar común.
Es que a la mirada turística -pese alguna pincelada como los habituales apagones no puede decirse que se trate de un corto de mirada social- se le puede contrastar con Dulce amargo , del local Juan Carlos Tobías, o La fuente, del francés Laurent Cantet (los dos últimos cortos), donde la raíz cubana está mucho mejor expresada.
En el primero, Mirta Ibarra es una psicóloga que debe dejar de atender a sus pacientes para preparar unos dulces, mientras su esposo (un gordísimo Jorge Perugorría) bebe a las escondidas. En el segundo, los habitantes de un edifico semiderruído se solidariza y en un día construyen un altar a la Virgen María , porque a una vecina se le ha aparecido y se lo pidió.
Lo que comparten los cortos, además de algunos personajes y guiños, es mucho ron, muchos autos, viejos y no tan viejos, muy buena música y mujeres jóvenes y predispuestas al sexo. Después, cada uno hizo lo que quiso Flojo es el trabajo de Julio Medem ( La tentación de Cecilia ), con un cameo extendido, digamos, de Daniel Brühl, sobre una cantante que se plantea escapar de la isla. Lo mejor llega de la mano de Pablo Trapero, con un Emir Kustirica haciendo de sí mismo -borracho-, que va a recibir un premio en el Festival de La habana, y en Jam Session se cruza con músicos y un chofer de aquéllos.
Otro que se interpreta a sí es el gran Elia Suleiman. El realizador palestino sigue con su onda Buster Keaton/Jacques Tati, y logra en Diario de un principiante el mejor de los cortos, bromeando sobre Fidel Castro (tiene un entrevista pactada con él, pero el Comandante está dando uno de sus largos discursos y no lo atiende nunca) y marcando las relaciones de las mujeres cubanas con los turistas. El director de Intervención divina entrega una escena memorable con una estatua de Hemingway.
Y está Ritual , que es otra marca registrada de Gaspar Noé, con una joven que luego de que la descubren acostada con otra chica, forma parte del título, con escenas de vudú, un clima inquietante y esos tambores que no dejan de sonar en el fondo.