Confesiones en los campus de la memoria
70 y pico es un documental valiente. Decir esto sin una explicación resulta un tanto facilista como si desde este texto se intentaran evadir responsabilidades. Y algo de la evasión, de la omisión de la historia -justificada o no- sobrevuela nuestra propia historia. La contemporánea se complejiza mucho cuando se adentra en la turbulenta nebulosa de los años 70 hasta nuestros días. Lo de turbulenta merece tantos adjetivos calificativos como versiones de los hechos, y entonces el punto de partida se despoja de un interés revisionista por otro más complejo y contradictorio: ¿por qué pasó lo que pasó?
En el qué pasó se encierra la dictadura militar, la represión, el terrorismo de estado, los movimientos armados integrados por civiles, los muertos de un lado y del otro. Nadie trataría de justificar todo eso junto sin sumar causas porque las consecuencias ya son demasiado dolorosas. Pero Mariano Corbacho se atrevió a ir un paso más lejos, confrontar con su propia historia familiar a sabiendas que en su abuelo Pico convivían muchos fantasmas del pasado cruel de la dictadura, además de una ideología afín a un modo de pensar verticalista, reaccionario, y que encontrara sus mejores interlocutores en los personajes más siniestros de nuestra historia reciente.
El comienzo del rompecabeza expone todas las dudas del propio autor y su búsqueda por saber lo que realmente pasó durante el periodo más oscuro en la Facultad de Arquitectura y Diseño, donde su abuelo fuera designado por la dictadura como Decano para recuperar el orden y terminar con la política del estudiantado. El documental, que termina por adoptar una estructura clásica de un cúmulo de cabezas parlantes para explicar la historia y el contexto, abre muchas aristas, heridas y actores que dan testimonio de aquellos momentos donde el nombre de Pico se multiplica y se reviste de oscuridad.
Ese pasado, retratado de manera rigurosa por material de archivo, testigos sobrevivientes que asumen su participación activa de grupos como Montoneros, o el ERP, interpela el presente del abuelo de Mariano Corbacho, quien antes de fallecer cuenta su mirada sobre su participación en el proceso y su jactancia de colaborador y eficiente ayudante de las altas esferas del poder de turno, su plan sistemático de despolitización de los claustros académicos hasta la pormenorizada descripción de sus habituales almuerzos en la ESMA con otros profesores de la Universidad. Su tranquila capacidad para recordar describen su lucidez y hacen aún más fuerte el testimonio logrado por su propio nieto.
La valentía de 70 y Pico se resume tal vez en una imagen que parece un símbolo y que tiene 70 y pico: Confesiones en los campus de la memoria 4que ver con la idea de fotografía y con la interpretación de esa foto. Hay un abuelo y un nieto sonrientes, un instante sin historia y real; hay recuerdos y risas compartidas en una tarde cualquiera, también reales. pero a la foto que sigue la acompañan miles y miles de fotos que no se pueden volver a ver, instantes arrebatados que también son reales. Si los ojos que miran esos dos álbumes se siguen preguntando porqué pasó lo que pasó es posible que en el futuro aparezcan más abuelos con nietos sonrientes y menos historias horrorosas con nietos sin abuelos.