Amaia (Clara Lago) y Rafa (Dani Rovira) tienen un bache en su relación, así que deciden romper y separarse. Él vuelve a su Sevilla natal y ella decide probar suerte y se traslada a Girona. Cuando Koldo (Karra Elejalde) se entera de que su hija Amaia se ha enamorado de un catalán llamado Pau (Berto Romero), después de romper con Rafa, el vasco entrará en cólera. Ante tal “sacrilegio”, porque el nuevo novio además de catalán y bastante cretino, lleva barba hipster, el padre de Amaia se aventurará a cruzar por primera vez la frontera de Euskadi y poner rumbo a Sevilla para convencer a su ex yerno de que deben viajar a Cataluña para rescatar a Amaia de las garras de su nuevo novio catalán. Allí, en Cataluña, les esperan Roser (Rosa María Sardá) y Judit (Belén Cuesta), además de un montón de malentendidos y de tópicos a destruir sobre lo que unos y otros piensan del resto. Además, Amaia tiene la intención de casarse con el pedante Pau. Pero esta boda en una masía catalana no va a ser nada convencional. Y es que el catalán, para contentar a su abuela independentista, va a hacerla creer que la boda se celebra en una República Catalana recién independizada. Mientras, el andaluz tratará de boicotear la boda porque su objetivo es recuperar, cueste lo que cueste, al amor de su vida.