¿Puede surgir el amor entre dos personas, con prejuicios sobre la gente y la región del otro?
Amor a la española
Rafa es un sevillano estereotipo con todas las letras, pero tras un breve encuentro con Amaia, comprueba que el amor a primera vista existe. Tras su viaje al País Vasco para encontrarse con Amaia, ambos deberán hacerse pasar por pareja ante los ojos del padre de ella. ¿Podrá la mentira mantenerse en pie, cuando hay tanto prejuicio sobre la procedencia del otro?
Humor para autóctonos
Como suele suceder con el cine español, nos llega casi con un año de retraso Ocho Apellidos Vascos, una comedia romántica que juega bastante con la pica y el juzgar al otro por su lugar de procedencia; y que dejará a varios espectadores fuera de muchos momentos graciosos del film.
Si sos de Argentina (como quien les escribe), imagínate esto: una peli romántica entre un tucumano y una santiagueña, ambos bien arraigados a su provincia, con ideas preconcebidas del otro. Seguramente si está bien escrita, actuada y dirigida nos va a entretener, pero difícilmente a un chileno o uruguayo le cause gracia porque no va a entender la mitad de las palabras dichas o porque esas dos personas son tan prejuiciosas con la otra.
Bueno, apliquen eso a esta película, pero que por alguna extraña razón, se mantiene entretenida durante la poco más de hora y media que dura. O si hay explicación, y es que tres de los cuatro actores principales desbordan carisma por todos los poros.
Por un lado tenemos a la pareja protagonista de Rafa y Amaia, interpretados por Dani Rovira y la hermosa Clara Lago respectivamente. Además que los actores sacan adelante personajes bastante estereotipados (ellas dominadora y de carácter fuerte, el más tranquilo y rozando lo tontulo), le dan la suficiente personalidad a los roles que interpretan asique pese a que sabemos de memoria como se van a comportar ambos, terminan cayéndonos bien. Además que la química entre ellos es total, cosa que fortalece más la pareja que deben vendernos.
El tercer actor que se destaca es Karra Elejalde como el osco y mal llevado Koldo, padre de Amaia; que a los cinco minutos de conocerlo, entendemos de donde proviene el mal carácter de ella, y parte de la mina de ambos contra los sevillanos (lugar de donde viene Rafa). Es una pena que la cuarta persona de este cuarteto actoral, Carmen Machi, componga un personaje que pasa el límite de lo creíble y se vuelve demasiado caricaturesco, incluso comparándola con el resto del elenco.
Conclusión
Ocho Apellidos Vascos es una película bastante rara. Pese a que apunta demasiado a un público español o que conozca sus regiones, por la pericia y personalidad de la mayoría de sus actores, se hace bastante amena y fresca para el público en general; pese a que argumentalmente sigue al pie de la letra la estructura de las comedias románticas.
Para quienes quieran reírse un poco y ver algo distinto, que no sea hecho en USA, acá tienen una buena opción para ir a ver en pareja y pasarla bien; pese a que la mitad de las palabras no las entenderán, pero como el mismo amor, es inentendible pero bueno.