El hijo de David Bowie, Duncan Jones, hace poco sorprendió a la industria del cine con su ópera prima, Moon, una historia de ciencia ficción protagonizada por Sam Rockwell que recibió excelentes críticas en todo el mundo e inclusive obtuvo el reconocimiento de la NASA.
Lamentablemente no consiguió distribución en Argentina.
A partir de este film Jones comenzó a recibir ofertas de los grandes estudios de Hollywood e inclusive fue uno de los principales candidatos de Warner para dirigir la próxima película de Superman, que finalmente quedó en manos de Zack Znyder.
Este año presentó su segundo trabajo, 8 minutos antes de morir, donde volvió a trabajar con la ciencia ficción pero con un presupuesto seis veces mayor al que tuvo en su debut.
Su nuevo film trae al recuerdo el clásico de Bill Murray, El día de la marmota, con la particularidad que acá los problemas con el tiempo son más oscuros y están relacionados con el suspenso y la acción.
El director ofrece un film que cumple con lo que se propone transmitir, que no es ni más ni menos que un entretenimiento bien hecho.
No es una historia emocional como Moon, pero si una película de acción que no insulta la inteligencia del espectador y te mantiene enganchado hasta el final.
La historia, que tranquilamente podría haber sido un capítulo de La Dimensión Desconocida, está muy bien construida y Jake Gyllenhaal se destaca en el rol protagónico con una muy buena interpretación.
Otro muy buen trabajo del cineasta Duncan Jones, quien tiene por delante una carrera muy prometedora.