Historia de seres marginales
El enfrentamiento de dos hermanos dedicados al delito en el conurbano bonaerense es el corazón de este thriller oscuro, filmado con solvencia y beneficiado por las muy buenas actuaciones de Luis Ziembrowsky y Daniel Aráoz. Temas de agenda permanente en la Argentina como la corrupción policial, el narcotráfico y la trata de personas sobrevuelan una historia de códigos mafiosos y venganzas sangrientas que tiene una primera mitad que funciona con más precisión y eficacia que la segunda, cargada de información repetida, tensiones forzadas y algunas tramas secundarias que no tienen suficiente desarrollo. El trabajo de Julián Apezteguía en la dirección de fotografía del film es notable.