Digno thriller con excelente actuación de Daniel Aráoz
Resulta regocijante poder ver un buen film argentino al inicio del año, frente a un balance del anterior en que, en opinión de este cronista, la cantidad superó a la calidad.
“8 tiros”, de Bruno Hernández, en verdad es una producción algo antigua ya que se filmó en el 2012 y seguramente la “cantidad” de películas filmadas en los últimos años impidió que se estrenara antes.
Sin ser una obra maestra tiene a su favor una excelente fotografía y bellos encuadres de Julián Apezteguía (“El clan”, “El ardor”) y una lograda interpretación de Daniel Aráoz (“El hombre de al lado”). Su Juan Zanotti contrasta vivamente con su hermano Vicente (Daniel Ziembrowksi, con cierta tendencia a repetirse), al que reencuentra luego de siete años en el cementerio, en ocasión de la muerte de la madre. Ese evento dará lugar a que Juan le exprese a una persona que “Hoy es el principio de la promesa”.
A través de varios flashbacks, cuando ambos hermanos eran aún chicos y acompañaban al padre a cazar, diferenciadas de la trama actual por imágenes color pastel, se irá comprendiendo a que se refiere la “promesa” mencionada por Juan.
Irán apareciendo siniestros personajes como el corrupto intendente Bustos (Roly Serrano) y el comisario Ledesma, ambos encubriendo el tráfico de drogas (tema tan actual) que lidera Vicente. Habrá otros personajes más ambiguos como el de Gabriela (Leticia Bredice), pareja de Vicente que regentea “El Dragón Dorado”, un prostíbulo de lujo. Y también algunos del lado bueno de la ley como una joven colombiana (interpretada por Marisa Nela Sinisterra), que trabaja para la DEA.
En apenas 80 minutos y con un buen manejo del thriller, Hernández logra un producto digno que aún con desparejas actuaciones logra salir a flote.