Cuenta con un gran elenco, buenas actuaciones, una estupenda fotografía de Julián Apezteguía (“Bolivia”) y parte de su desarrollo se apoya a través del flashback. Un thriller oscuro que toca temas como: la corrupción, el narcotráfico y la mafia. Contiene intriga, suspenso y resulta ser un policial impactante. Uno de los problemas es que tiene algunas secuencias repetitivas y subtramas que quedan a mitad de camino. Este film se presentó hace dos años en el Festival Pantalla Pinamar y es la ópera prima de Bruno Hernández.