Siguiendo la línea de películas de Pixar de «¿qué pasaría si un juguete/sentimiento/alma/auto tuviera sentimientos y vida propia?», llegó al cine «Elementos», la cual se centra justamente en los cuatro elementos de fuego, agua, aire y tierra, que conviven en una misma ciudad a pesar de sus diferencias. Específicamente vamos a seguir a la familia Lumen, la cual tuvo que escapar de su hogar y rehacer su vida en este nuevo lugar. Ahí construyeron una tienda para todos los elementos de fuego, con la promesa de que algún día todo eso quedaría a cargo de la joven Ember. El problema comenzará cuando su mal temperamento haga explotar las cañerías del sótano del local y aparezca Wade, un joven de agua que se desempeña como inspector. Ember hará lo posible para que no le clausuren el negocio y en ese camino empezará a conocer a Wade de una manera más profunda como también a conocerse a ella misma.
«Elementos» es una linda y divertida película que habla sobre la relación entre personas diferentes y opuestas, la identidad, los verdaderos sueños, las segundas oportunidades, la inmigración, las tradiciones y presiones familiares, los vínculos entre padres e hijos, entre otras cosas, que permite que los niños puedan disfrutar de las aventuras y los chistes graciosos que provienen de las diferencias entre los elementos y los adultos puedan reflexionar sobre todos estos temas más profundos.
El aspecto romántico es uno de los puntos centrales del film, y si bien puede caer en algunos lugares comunes de este tipo de historias y seguir un desarrollo predecible, va un poco más allá de la típica relación entre dos personas opuestas entre sí, sino que además cada una de ellas hace que la otra pueda autodescubrirse, entender quién es, qué quiere y todo lo que puede lograr a pesar de no haber conocido otra cosa o no haber siquiera pensado en ello.
Los personajes son bastante adorables y podemos empatizar con ellos. Cada uno tiene una característica especial: Wade es un joven sensible, que conecta con el resto de la comunidad, mientras que Ember tiene una gran determinación y temperamento y está dispuesta a todo para cumplir con su objetivo. Poco a poco los protagonistas van teniendo un desarrollo coherente y positivo, consiguiendo mostrar lo importante de la vida más allá de las cuestiones materiales o heredadas. Los roles secundarios también están bien delineados, ya sea alguien que los ayuda, como también un obstáculo para su relación.
Pero la película no solo se queda en el género romántico, sino que profundiza en todos los vínculos en general, sobre todo en las relaciones familiares, las expectativas que ponen los padres sobre sus hijos y cómo ellos pueden llegar a sentir la presión de esas ilusiones. Estos vínculos están muy bien tratados y van a conseguir la emoción necesaria que requiere el film.
La animación de los personajes y la construcción de esta Ciudad Elementos está muy lograda. Deslumbra a nivel visual como siempre nos tiene acostumbrado Pixar, jugando con los colores y contrastes de los distintos elementos, aunque tal vez hay algunas cuestiones que no terminan siendo demasiado coherentes. Por ejemplo, el fuego debería quemar en todo momento, como también el agua mojar, pero en algunas escenas esto no se tiene en cuenta. De todas maneras, es un detalle menor pero que hace a la credibilidad dentro de la fantasía.
El elenco de voces hace un buen trabajo para darle vida a los personajes. Si bien no son actores de renombre, como pudimos tener en otras oportunidades, realizan una tarea más que lograda para brindarle la personalidad requerida a cada uno de sus roles.
A pesar de que todavía se siente que Pixar perdió un poco esa magia que tanto la caracterizaba, que hacía clásicos instantáneos como «Toy Story», «UP» o «Monsters Inc.», con «Elementos» nos brinda una película más que lograda, que consigue atraparnos con la aventura, que cuenta un romance un poco más profundo y que ahonda sobre los vínculos en general con mucha sensibilidad. Una linda historia con personajes entrañables y graciosos que nos harán pasar un buen momento.