Memoria

Crítica de José Rey - Bendito Spoiler

El autor tailandés desafiará cualquier concepción sobre cine que tenga la audiencia en Memoria, su nueva película en la cual sale de su zona de confort para trabajar con una gran estrella del cine como Tilda Swinton y grabar en lugar lejano (Colombia). En este film es más importante lo que se escucha que se ve. Siendo un viaje sensorial único en su especie. En la primera escena lo deja bien claro. 10 minutos en los que la actriz no hace nada, pero la atmosfera que crea el sonido es la puerta a un nuevo mundo.

A pesar de su complejidad, es términos generales, es fácil entender en gran parte de Memoria, Jessica (Tilda Swinton) es una inglesa que vive en Medellín donde dirige un negocio de flores. Ella se encuentra en Bogotá visitando a su hermana Karen que esta internada en un hospital por una misteriosa afección respiratoria. Una noche, Jessica se despierta asustada al escuchar un ruido atómico. Un boom sónico que se va a repetir a lo largo del film mientras camina por las calles del centro o cuando va a cenar. Lo raro, es que solo lo puede escuchar ella. Parece tratarse del recuerdo de un recuerdo. Impacientada por lo que le esta sucediendo intenta buscar respuesta con la ayuda de Hernán, un joven ingeniero de sonido que ayuda a recrear el sonido. De un momento a otro, le pierde el rastro a Hernán y termina adentrada en la selva colombiana donde conoce a un extraño personaje fuera de este mundo que la guiara por un camino de relevaciones sensoriales.

Hay que decir de entrada que Memoria no es una cinta para cualquiera, si vas a ciegas, especialmente sin ver nada anterior al director, puede que te consigas una experiencia de vida o un puñetazo directo al hígado. Apichatpong trabaja con planos largo y estáticos. Todas las escenas respiran, pero no con calma, ya que crea una atmosfera en la cual el personaje y la audiencia se sienten perseguidos por algo mayor. Los pocos diálogos tienen que ver con todo. Cabe destacar el trabajo de Tilda Swinton, con un español casi perfecto, es la representación en carne y hueso de lo que esta sintiendo la audiencia en todo momento.

De primeras puede pasar desapercibido, pero el director se mete en las tierras profundas colombianas por una razón especifica. Esta cinta es un recuerdo político a la victimas de la selva, indígenas o militares. Es un llamado a no olvidar. A que los huesos bajo de la tierra aun mantiene la energía de un país golpeado tantos años. Huesos que necesitan el cuidado que les daría Jessica si fuera flores. Apichatpong construye la memoria de una nación en Memoria a través del sonido. Es ahí en las selvas, lejos de la ciudad, donde proviene el latido del sonido tan buscado por la protagonista.

La segunda mitad de la película es donde Apichatpong Weerasethakul saca todo su repertorio a lucir. Pero es así donde probablemente pierda la audiencia. Se convierte en una carrera contra el sueño. Pero hay que luchar, entregarse al viaje de Jessica y luego sacar conclusiones propias. Memoria será una película de la cual se hablará varios años y se estudiará en las universidades de cine. No queda más que decir, suerte en la búsqueda de sus demás significados simbólicos.