La suma de las partes
A 4 Manos (2017) es un documental de Osvaldo Tcherkaski (director y docente de la Maestría en Periodismo Documental en UNTREF), realizado en coproducción de UNTREFMEDIA con el Laboratorio Audiovisual de Investigación y Experimentación (LaIE) de la maestría. Pone escena a cuatro de los artistas más importantes de la plástica argentina contemporánea: Luis Felipe “Yuyo” Noé, Eduardo Stupía, Carlos Alonso y Guillermo Roux. Están divididos en duplas con el objetivo de ahondar, a través del diálogo, en sus obras y la forma de concebir el oficio.
La puesta en escena se divide en dos planos. Por un lado, retrata estos grandes exponentes como fuente testimonial que, desde lo teórico, argumentan su forma de entender el trabajo. Por otro, sustenta, a través del registro de sus obras, la génesis del fenómeno de experiencia creativa, sensorial y emotiva que conlleva intrínseca una obra de arte. Así nace este fenómeno atípico, vanguardista que ordena el presente histórico e ideológico desde la simbiosis del dibujo y la pintura como nuevo paradigma donde el autor propone y el cuadro dispone en un trabajo equitativo, colaborativo y elíptico la esperanza de enaltecer la ley de figura y fondo donde la psicología Gestalt desarrolló como parte de las leyes de percepción la construcción del todo desde la suma de las partes en 1920.
Bajo este mismo espíritu surgió el guión a raíz de una nota que Tcherkaski leyó en el diario sobre una muestra en curso titulada “Me arruinaste el dibujo” (2009), en el que la dupla Stupía-Noé exhibía en el Centro Cultural Borges una serie de trabajos -estilo ping-pong- donde construían en un lienzo un trabajo conjunto a partir del concepto abstracto que los define artísticamente. Este acontecimiento despertó su curiosidad por investigar la contrapartida de este modo de hacer: la figurativa e integró al proyecto audiovisual Roux y Alonso con el objetivo de construir desde el arte un campo de debate que refleje dos campos antagónicos del dibujo, la pintura y la plástica, como así también su dinámica para converger en sus diferencias y contrapuntos el resultado final de una obra integrada e intervenida por la dinámica de reflejar problemas y virtudes en pos de superarlos y reflejarlos en una obra única, que opere sin autor y al mismo tiempo sea de todos. En este sentido, es interesante cómo construye mediante este juego de egos donde cada artista busca tácitamente dejar su marca la unión, anclada a la intervención estética. Esta premisa centrada en una nueva forma de crear donde todos se ponen a prueba a sí mismos, y al otro, en este desafío de llenar la hoja. Así, Tcherkaski establece una analogía entre el arte y su profesión periodística: ambos representan la realidad desde distintas metodologías y son producto de diversas opiniones teóricas y políticas. Estas visiones se unifican y crean desde la intervención estética plástica una nueva manera de decir, subjetiva, como canal de diálogo y aceptación. Lo mismo ocurre en el formato de la crónica periodística.
Entretanto, con el correr de los minutos Tcherkaski inscribe a la premisa un nuevo concepto: el espacio-tiempo de la hoja en blanco como territorio. La regla a seguir se circunscribe a respetar los límites; esto denota que los derechos de uno terminan donde comienzan los del otro ya que deben intervenir el lienzo en igualdad de proporciones. Sin embargo, la figura de Alonso representa el líder y delinea el paradigma a seguir. En este devenir, el espectador también interviene en el proceso; se mimetiza con esta hoja viajera que recorre las locaciones de los talleres que van desde Martínez y San Telmo hasta Unquillo, provincia de Córdoba, donde reside Alonso. En estos intervalos, el relato se impregna de escenas conceptuales donde los artistas cuentan desde su experiencia por qué consideran el arte consecuencia directa de la realidad histórica: Noé afirma que la iconografía de Perón fue quien más lo inspiró mientras que Roux rememora cómo vivió la movilización emblemática del 17 de octubre de 1945 junto a sus padres -también artistas- quienes le dijeron “Esta es la historia”. Así, A 4 Manos logra su objetivo: Supera las diferencias desde el trabajo solidario y registra cámara en mano cómo las energías anómalas fluyen y se integran, dándole fin a la grieta.