En una eficaz secuencia inicial, A ciegas nos presenta a su protagonista con un interesante recurso: mientras en la TV se nos muestra material de archivo de esa joven que solía ser una famosa esquiadora hasta que un accidente la dejó con su visión comprometida, en simultáneo vemos cómo, en su duro presente, ella baja sigilosamente por las escaleras para no llamar la atención de su madre.
Sophie (Skyler Davenport, actriz no vidente que se destaca en este film que le queda chico) huye de ese pasado de gloria para refugiarse en la única actividad que la sacude del letargo: cuidar casas y mascotas cuando sus dueños se van de vacaciones.
En este caso, la joven, quien halla cierto morbo en robar pertenencias de esos lugares inmaculados para revenderlos, llega a una vivienda opulenta alejada del mundanal ruido. En un momento de burda previsibilidad, su madre la contacta para que se baje la aplicación See for Me (“Mira por mí”, el título original de la película), recomendación que Sophie descarta porque quiere manejarse por sus propios medios. Como estamos ante un thriller que su nutre de esa suerte de subgénero que es el de la invasión de hogares, sabremos que Sophie necesitará esa app tarde o temprano, y A ciegas no prolonga la llegada de ese instante de desesperación.
Cuando tres hombres ingresan al hogar para robar una millonaria suma de dinero, la joven se apoya en la asistencia telefónica de Kelly, una exveterana del ejército (Jessica Parker Kennedy), quien no solo la ayuda cuando debe moverse en esa casa a oscuras y eludiendo a los intrusos sino también cuando llega la hora del contraataque. En este punto, A ciegas logra muy buenas secuencias con Sophie como una heroína imperfecta que forja un entrañable vínculo con Kelly en esa situación de emergencia.
El problema clave del film de Randall Okita es que agota sus cartuchos en su primera media hora, bajando el nivel de tensión y descartando el factor sorpresa. De este modo, su largometraje se desinfla rápidamente, dejando a Davenport sola en una trama lineal que desaprovecha su talento.