OTRA VEZ SOBRE EL AGUA
La típica historia de supervivencia en el mar es un hecho que ya se ha visto en muchísimas películas, desde hace bastantes años. La épica que se genera por superar a la naturaleza en su estado más puro, conlleva un atractivo narcótico para los realizadores, que ven allí una gran oportunidad para filmar situaciones grandilocuentes y de superación personal. Trayendo un ejemplo más para esta categoría, llega A la deriva, película que narra la historia real de Tami y Richard, quienes intentando cruzar el Pacífico hacia los Estados Unidos, se cruzan con un huracán devastador que destroza el velero en el que viajan. Él queda gravemente herido y ella tiene que tomar el mando del velero averiado y encontrar ayuda en altamar, sin agua ni comida suficiente para sobrevivir.
Desde su inicio, el film va transitando entre “el presente dentro de la historia” y constantes flashbacks que van contando cómo se inició y desarrollo la historia entre la pareja. Estas transiciones se encuentran prolijamente ubicadas y desarrolladas, permitiendo conocer más de cerca a los personajes y generar empatía con ellos. Sin embargo, lo que aquí falla es que salvo alguna cuestión en particular, la película no aporta nada nuevo en su trama. Es la misma historia que ya se ha visto en reiteradas ocasiones y que en esta oportunidad, se repite con mayor o menor eficacia. La deshidratación, la falta de comida, el sobrellevar una tormenta, las alucinaciones, son elementos que ya han sido explorados en infinidad del films de esta temática y que aquí se reiteran sin demasiada preocupación.
Quizás lo más destacable de A la deriva sea su factura técnica, que hacen de la producción algo más rescatable. La gran utilización de planos, siguiendo de cerca a los personajes, con escenas muy bien recreadas, con la suma de un preciso trabajo sonoro y una correcta banda sonora, son los puntos más altos de la película, siendo estos quienes logran que la narración no caiga en un aburrimiento irrecuperable.
Como conclusión, A la deriva es un film que sobresale por su realización técnica pero que no aporta mucho desde su trama. La correcta labor actoral no llega a impactar como para que la historia mínimamente sea emocionante, resultando una sucesión de hechos ya observados, que se ven genial y se escuchan bárbaro, pero que no impresionan en absoluto.