PIF el astro italiano de la televisión, incursiona por segunda vez en el cine con una película que se desdibuja hacia la media hora para transformar la risa en denuncia.
Esa historia de amor que arranca carcajadas, termina por convertirse en un alegato histórico sobre la mafia y sus conexiones, dejando de lado la historia romántica y poniéndose solemne. Ese cambio la resiente, pero así y todo la película funciona.