El mundo invertido del viejo oeste
El relato se enmarca en la estrategia paródica de un género consagrado, como es el Western en este caso. La efectividad de la propuesta generalmente recae en la des-idealización que se hace de ese mundo diegético idílico que ha construido el mito norteamericano. En la versión cruda y des-idealizada, el relato plantea una realidad brutal, deshumanizada, despiadada, en la cual no se puede hacer otra cosa que morirse de las maneras más absurdas posibles, debido sobre todo a la ignorancia y a la idiotez de sus pobladores. Albert es el paradigma del sentido común, ese sentido del hombre burgués ilustrado que lo lleva a abandonar las armas en favor de una negociación razonable, y que le permite incluso reírse un poco de sí mismo. Evidentemente el universo le ha ha jugado una broma, y de las pesadas, pues no hay contexto más contrario a este sentido burgués de la existencia que el mundo del viejo oeste.
A pesar de esta estructura básica que garantiza una correcta forma cómica al conjunto narrativo, el relato se organiza a partir de una secuencia sin respiro de gags desde el inicio hasta al final, insuflándole a la narración una dosis de ritmo frenético de suma eficacia. Sin embargo, dicha eficacia habría sido mermada si no hubiera mediado, por una parte, una muy sólida estructura del género cómico (centrada en la inadecuación del personaje al contexto), y, por la otra, una muy lograda construcción de personajes secundarios que no sólo resultan buenas figuras de contrapeso en relación a los protagonistas, sino que tienen peso propio en relación a la estructura de conjunto, expresando cada uno su inadecuación al contexto, pero además una inadecuación mútua entre los personajes secundarios, y entre éstos y los principales.
En este sentido es muy interesante cómo se articulan las oposiciones semánticas entre Edward/Albert y Anna/Ruth y Edward-Ruth/Anna-Albert. En lo que atañe a la pareja masculina, tenemos una oposición básica de caracteres centrada en la actitud respecto del sexo. Albert se presenta, a pesar de su pusilanimidad, como un hombre experimentado, mientras que Edward es virgen y conservador. Sin embargo estos caracteres opuestos son a su vez opuestos en relación a las mujeres que cada uno desea: Albert, experimentado, siente atracción por mujeres de apariencia virginal o conservadoras, mientras que Edward (conservador y ultracatólico) tiene de novia a la prostituta de la taberna. La propia Ruth presenta unas características psicológicas sumamente contrarias (ultracatólica y conservadora) en relación a la profesión que asume (se acuesta con 14 hombres en un mal día, según se menciona.
Es este armado riguroso y sistemático de las inadecuaciones centradas en los personajes, lo que otorga básicamente la potencia cómica al film y lo que permite sostener el elevado nivel de gags que ostenta.
Cabe mencionar las muy buenas actuaciones y el muy logrado casting del film. El único punto débil, a mi entender, es el desenlace, un poco previsible, sobre todo en un contexto que acostumbra al espectador a lo imprevisto-efectivo de un modo permanente.