Para quienes no lo conozcan Rogelio García Lupo es una de las figuras más emblemáticas del periodismo de investigación en Argentina; un hombre que ha sabido vivir dejando huella, que no ha pasado por la profesión en vano; un testigo fiel de buena parte de los hechos del Siglo XX; referencia ineludible; y sí, la figura central de este documental que se estrena en el MALBA.
A vuelo de pajarito tiene un elemento importantísimo y que lo diferencia de otros retratos de personalidades. Así como Mario Sábato habló de su padre en "Ernesto Sábato, mi padre”; en esta oportunidad Santiago García Isler documenta las vivencia de su padre Rogelio, otorgándonos un fresco en igual medida intimista pero no subjetivo, con la suficiente distancia como para observar la figura en su complejidad.
“Pajarito” (tal el apodo otorgado por los suyos) a sus 82 años, decide desprenderse de su preciado archivo personal y entregarlo para la posteridad; el uso para la futura generación de investigadores que podrán acceder a él a través de la Biblioteca Nacional. Pero antes, le damos una última revisada.
Las voces que se escuchan son las de Rogelio y Santiago, padre e hijo, que se pierden en esas fotos, recortes, anotaciones, y demás tesoros que sirven para imprimir una muestra de lo que este periodista pudo documentar a lo largo de toda su profesión.
Son varios los aciertos de A Vuelo de Pajarito, un ritmo ágil en una estructura compleja pero amena que despierta constantemente el interés del espectador, no sólo por el descubrimiento de tamaña personalidad sino por el repaso de buena parte de nuestra historia reciente.
Mientras asistimos a una clase de historia con mucho de postura ideológica, también veremos a un hombre hablando de su vida, que no teme plantarse frente a ciertas posturas actuales, que prefiere seguir con la vieja escuela y rehúsa de (casi) toda tecnología sospechosa. Pero no se crea confusión, el diagrama en viñetas separadas por animaciones simpáticas, y la finalización de segmentos con frases del propio Rogelio fundidas en vuelos de pájaro le otorgan ternura a la vez que cierta poética.
Rogelio fue fundador del Semanario de CGT en los años ’60 y ’70, de Prensa Latina la mítica agencia de noticias cubana, fue colega y colaborador de Rodolfo Walsh, Director de EUDEBA, y demás placas que lo dejan parado como una figura trascendental. Su hijo nos abre una puerta a su vida, quizás pensando en un testamento profesional.
Hay una mezcla de melancolía, de pasión, gracia, y rigor cuando se retratan los distintos hechos periodísticos; y en el conjunto, esa mezcla de sensaciones reconforta.
A Vuelo de Pajarito es un documental simple y entrañable, amplio y riguroso; es difícil creer que otro documentalista hubiese logrado un mejor acercamiento; estamos ante todo frente a una declaración de cariño de un hijo a un padre, también frente al debido reconocimiento de una de esas figuras que enaltecen la profesión; y en el medio, en el todo conjunto, estamos frente a un hallazgo de documental hecho con total profesionalismo y buena mano para el relato. Probablemente, uno de los mejores exponentes del género en lo que va del año.