Quitando de la ecuación al prolífico James Wan (Insidious, The Conjuring), Darren Lynn Bousman es el único director de la saga de suspenso gore Saw que supo destacarse por fuera del terreno de Jigsaw. Tampoco es que han habido tantos directores en el ruedo pero, con tres secuelas bajo el brazo, es el más reconocido por fuera del malayo. Su último intento de embeberse en el horror lo constituye Abattoir, donde un concepto más que interesante queda perdido en el pantano que resulta su pobre ejecución.