El terror es un género elegido cada vez más por los directores y podríamos decir que al menos una película de este estilo llega a nuestro país cada semana. Sin embargo, no cualquiera puede manejar los tiempos, los sobresaltos y el miedo del espectador y, la mayoría de las veces, no se logra realizar algo fuera de lo normal (y en general lo normal tiende a no cumplir con las expectativas).
“Abattoir” pretende crear una historia original a partir de su premisa, pero se queda a mitad de camino. La misma se centra en Julia Talben, una periodista de bienes raíces, cuya vida cambia drásticamente cuando su familia es brutalmente asesinada. A pesar de la simpleza del caso, todo se volverá más complejo cuando la habitación del crimen es removida de la casa.
A simple vista, “Abattoir” nos propone un argumento diferente, dejando de lado al público tan adolescente, para adentrarse en un drama familiar y sobrenatural. Pero en el camino se olvida de los ingredientes básicos que conllevan las películas de terror. Si bien puede no presentar sobresaltos, tampoco genera el terror psicológico suficiente para “torturar” al espectador. Por momentos existen escenas de tensión, pero tampoco se mantienen a lo largo de todo el film, e incluso la mayoría de ellas son predecibles, como el desenlace en sí mismo.
Durante el primer acto la trama resulta interesante y plantea un interrogante atractivo para el espectador, aunque presenta mucha información de golpe que habrá que masticar de a poco. Sin embargo, con el correr del film se vuelve cada vez más compleja (y no en un buen sentido, sino también más confusa) predecible y con ciertos agujeros en el guion.
Tampoco nos encontramos con un clima propicio para una película de terror. En ciertos momentos la música acompaña las situaciones, pero tampoco se mantiene durante toda la cinta, y lo mismo ocurre con los efectos visuales. Podríamos decir que el final es lo más logrado en cuanto a la parte técnica.
En síntesis, “Abattoir” propone una premisa interesante, pero que termina siendo lo único atractivo y bien logrado del film. Es una película de terror que no asusta ni llega emocionalmente al espectador, no crea climas a través de la música ni de los efectos visuales, y resulta ser predecible y confusa.
Puntaje: 1/5