El actor Martín Piroyansky, cuya trayectoria suma varios films conocidos como Sofacama, XXY, Mi primera boda, La araña vampiro y Ni un hombre más, entre otros, hace su debut como guionista y director con esta comedia romántica que se centra en una joven pareja de argentinos recién instalados en Manhattan, donde ella es una aspirante a actriz que solventa los gastos trabajando como recepcionista en un bar y él un músico bohemio que intenta ganarse la vida tocando la guitarra.
Con la ciudad de Nueva York como un personaje más y los cliché típicos de las comedias románticas americanas (aunque aquí las situaciones de humor son casi imperceptibles), el relato sigue los vaivenes de esta pareja donde el amor idílico va perdiendo fuerza ante la realidad, pero sin profundizar en sus personajes y simplificando cuestiones temáticas interesantes (como la soledad y la vida cotidiana en una cultura ajena) para priorizar el típico happy end.
Piroyansky explota al máximo el feeling entre los protagonistas (quizá porque Carla Quevedo y Abril Sosa fueron pareja en la vida real) y logra transmitir la espontaneidad y frescura que experimentan sus personajes.
A pesar del estilo amateur, por momentos desprolijo técnicamente, con una cámara en mano que en ciertos momentos funciona y en otros se vuelve en contra, Abril en Nueva York mantiene el interés narrativo fundamentalmente por el trabajo actoral de Carla Quevedo, quien logra transmitir muy bien los conflictos del personaje.