Ella me ama demasiado
El primer largometraje de Piroyansky se nutre de las claves de una comedia romántica americana, haciéndose cargo de todos sus clichés y través de una impecable dirección de actores, logra explotar al máximo el potencial de cada uno de sus actores, incluso de Abril Sosa, que nunca había incursionado en la actuación y convence en su interpretación. La película es un reflejo de cómo fue hecha: partiendo de una idea tan simple como retratar los vaivenes de una pareja real en ese entonces (Abril Sosa y Carla Quevedo) viviendo en Nueva York y todos sus momentos: peleas, convivencia, separación y su posterior reencuentro...