En un mundo feliz
Primer largometraje del actor Martín Piroyansky en su faceta de director y guionista, Abril en Nueva York (2012), es una comedia romántica que retrata de manera muy genuina los distintos avatares que atraviesa una pareja argentina en el escenario atípico de Nueva York.
Valeria (Carla Quevedo) es una aspirante a actriz que solventa los gastos trabajando de camarera. Pablo (Abril Sosa) es su bohemio novio que sueña con ser músico de rock. Los une un amor muy fuerte, hasta que los problemas económicos –propiciados por la falta de trabajo de él- los envuelve en una profunda crisis de pareja.
En su primer largometraje como realizador, Piroyansky tiene varios aciertos: la espontaneidad y frescura para captar los momentos de la pareja, y el pulso para trasmitir las emociones internas de sus protagonistas. Filmada con un estilo amateur que impregna toda la película, Abril en Nueva York da la sensación de presenciar el registro fílmico de un diario de viaje. Desprolijo por lapsos, con una cámara que carece de estabilidad y un foco más casual que buscado, Piroyansky hace de tales fallas una virtud: promueve el tratamiento dinámico y tierno de las escenas de pareja. Tan pasional y errática será la relación de la pareja protagónica, como el registro que el director hará de ésta.
Sin salirse nunca de la estructura de comedia romántica, con resoluciones fantásticas incluidas, Abril en Nueva York propone la curva dramática de toda relación de pareja, pasando por episodios de fuerte carga trágica que depara la ruptura amorosa. Situación que torna al film de un clima tenso, promovido por los mismos recursos anteriormente citados, que en esta oportunidad trasmiten un realismo crudo –alcanzando una profundidad existencial auténtica-, para luego volver a la frescura del amor.
El escenario de la ciudad de Nueva York es el otro personaje del film: tan conocido y habitual en la comedia romántica, como ajeno y distante para la joven pareja. Tras la ruptura, no sólo no se tienen el uno al otro, sino que aquel espacio propicio para la aventura romántica (ser actriz, converirse en músico) se convierte en un obstáculo más a superar individualmente.
Una comedia con toques de cine indie americano, cuyo valor fundamental radica en la dirección de Piroyansky para trasmitir las sensaciones que experimentan sus personajes.