Abzurdah

Crítica de Rolando Gallego - El Espectador Avezado

El amor duele. El amor mata. No se puede vivir del amor. Algunas frases que en los últimos tiempos, y en un contexto hostil para las relaciones han llegado a proliferar y a convertirse en oraciones de cabecera para unos cuantos. Claro está que para la protagonista de “Abzurdah” (Argentina, 2015) de la realizadora Daniela Goggi (con vasta experiencia en TV), todas las palabras son potenciadas y en cada letra de amor o cada frase que lee ella ve una amenaza para su dolor.
Es que Cielo (María Eugenia Suárez), una adolescente perteneciente a la clase alta de Argentina, necesita de alguna manera transgredir los límites impuestos por sus padres (Gloria Carrá y Rafael Spregelbrud) y va más allá en su transgresión, mucho más que cualquier berrinche o tarea incumplida encomendada. En el decidir avanzar en su relación virtual por ICQ con un admirador (Esteban Lamothe) y en el tomar algunas decisiones equivocadas para que él trate de estar cada vez más tiempo con ella, se comenzará a gestar un pequeño incendio dentro de los límites de lo establecido como relación “normal”.
Goggi avanza con la adaptación del best seller de Cielo Latini con paso sólido y con una puesta en escena estilizada, con lograda reconstrucción de época y mútiples referencias a la tecnología de los años noventa, y que sorprende por que termina generando una historia íntima que bien podría, en otras manos, haber caído en el cliché de la teenflick. Cielo se emociona con su relación y avanza hasta el punto de dejar de comer para que él la siga “queriendo”, desatendiendo totalmente los mensajes que le da sobre la superficialidad de sus intenciones con ella.
“Mientras estamos juntos está todo bien, pero no me pidas más”, en algún momento declama él, y ella lee “cuando estamos juntos estamos tan bien que no quiero saber más nada de otras relaciones”. Pero los mensajes y los encuentros entre ellos se espacian. La interacción en el ICQ es casi nula, y en una época en donde internet no estaba tan desarrollada ni con tanto ancho de banda, cada correo que llegaba era como un tesoro para ella. Igualmente esos mails nunca llegan. Cielo miente a sus padres, a sus amigas, a sus profesores. Falta a clase.
Lo espera a Alejo (Lamothe) en la puerta de su casa. Él nunca llega. Le escribe un mail extenso pidiéndole que nunca más la contacte. Y él toma al pie de la letra el pedido. Desesperada, comienza a dejar de comer, cree que la ve gorda y por eso la dejó. Abre un blog con su experiencia. Se da cuenta que no es la única que cree que la delgadez derivada de un desorden alimenticio es algo positivo y redobla su propuesta.
Goggi trabaja la historia de esta especie de Madame Butterfly adolescente actualizándola y trayéndola al siglo XXI, pero con extremo cuidado, principalmente en la etapa de la historia en la que Cielo se esfuerza por perder peso sin pasar bocado. Hay también en “Abzurdah” una reflexión sobre los vínculos filiales, la responsabilidad parental sobre los hijos, y también sobre la red de contención necesaria para poder afrontar un desvío de este tipo tanto emocional como físico.
“Abzurdah” evita el lugar común y fluye gracias a las notables actuaciones del elenco protagónico (Lamothe, Carrá, Spregelbrud) y, principalmente, el esfuerzo de María Eugenia Suárez en recrear a la herida Cielo, con una interpretación natural y consistente con la propuesta que narra.