En el 2007 la película de guerrilla Actividad Paranormal recaudó centenares de millones - considerando que fue realizada con un presupuesto miserable de un par de decenas de miles de dólares -, y revivió el estilo de horror en primera persona que El Proyecto Blair Witch había puesto de moda en 1999. De más está decir que las secuelas no tardaron en llegar, con Actividad Paranormal 2 en el 2010, y ahora el tercer capítulo en el 2011. Y a menos que el calendario Maya deje de ser una patraña y llegue el fin del mundo en el año que corre, la cuarta parte será un hecho consumado en el corto plazo. Son filmes que cuestan poco y recaudan mucho y, lo que es mejor, vienen con un nivel de calidad parejo.
En esta tercera entrega la onda viene de "precuela de precuela". Si antes vimos la historia de la hermana de Katie, ahora saltamos directamente a la niñez de ambas. Ciertamente esto no es Matrix como para que uno tenga que saltar al video y digerir de apuro los capítulos anteriores como para hilvanar de qué va la nueva entrega. Sabíamos que había algún tipo de demonio que vino siguiendo a Katie (y flia) desde su niñez, y ahora vamos a ver en vivo y directo el por qué de ello. Si uno empieza a analizar en detalle, verá que en realidad no hay demasiadas explicaciones de por qué ocurren todas estas apariciones - uno descubre que el demonio viene a ser el amigo invisible de una de las niñas y, de alguna manera, esto se empalma con un turbio secreto familiar, pero jamás se explica por qué el ente está obsesionado con las chicas o cuál es su propósito -. A esto hay que sumarle que la credibilidad comienza a resentirse, ya que tenemos otro capítulo previo en donde otro miembro de la familia filma toda una serie de manifestaciones paranormales - con la única diferencia de que ahora graba todo en VHS -, y termina montando cámaras por doquier. Como toda esta sarta de sanatas ha sido construida de adelante para atrás, la estructura edilicia de la saga empieza a flaquear - ¿cómo Katie no se acordaba de aquel novio de su madre, el loquito que rodaba todo en VHS?; ¿o de las cosas raras que pasaban en su casa cuando era niña? -, pero al público eso le importa poco y nada. La gente lo único que quiere es una historia decente y un par de buenos sustos, y en ese aspecto Actividad Paranormal 3 es más que solvente.
Ahora la novedad consiste en una cámara montada en un eje rotativo de ventilador, lo que hace un paneo constante de lo que ocurre en escena... y deja un punto ciego como para que salten cosas a la lente cuando la cámara regresa a su punto de origen. Eso da pie a un par de sobresaltos muy efectivos - uno de ellos es una nueva variante de la "cocina ordenada"que vimos en la parte 1 y 2 (y que está inspirado en la secuencia de la silla de Poltergeist), y en la otra hay una sábana que está donde no debería estar, escena que me hace acordar al gag del fantasmita con lentes que John Carpenter había insertado en Halloween -, amén de diversos efectos sonoros y cosas que se mueven por el rabillo del ojo. Como sea, uno no puede negar que la cámara en primera persona es realmente efectiva para los shocks, y la dupla de directores se encarga de sacarle el jugo en esta oportunidad.
Es posible que la saga de Actividad Paranormal se haya convertido en una especie de cuento kabuki, en donde lo mismo se repite una y otra vez pero con matices, pero lo cierto es que a la gente le gusta y el enfoque es endemoniadamente efectivo. Quizás uno podría achacarle a la tercera entrega que está demasiado profesionalizada - por una parte, el libreto es mucho más fluido y natural en cuanto a la progresión del suspenso, la credibilidad de la historia y el desarrollo de los personajes; pero, por el otro lado, hay algunos CGI en primer plano y hay secuencias demasiado efectistas y hollywoodenses, las cuales atentan contra el espíritu de "filmación de guerrilla" del primer filme -. Aún con esos detalles Actividad Paranormal 3 sigue siendo una película de terror efectiva y credible, dándole al público sustos y diversión, y garantizándole a la saga la gestación de una cuarta y merecida entrega que, desde ya, estaremos esperando ansiosamente.