Ya fue suficiente de camaritas de vigilancia -bueno, no del todo- y este film, como fueron haciendo los demás de la serie, incorpora elementos nuevos que aprovechan el 3D con efectos divertidos y sustos bien calculados. Hay algo demasiado “Poltergeist” en todo esto y aquí casi se vuelve literal. Mejor -en el sentido de que no aburre- que otras entregas de esta extenuante serie de horrores.