Después de su debut con “Villegas” en el 2012, Gonzalo Tobal no solamente cambia de registro sino que se presenta con un producto estructuralmente diferente. Salta del mundo del cine independiente a una de las películas industriales más importantes del año, distribuida por Warner Bros...
“ACUSADA” cuenta con una factura técnica de primer nivel, con un sólido elenco pero fundamentalmente el punto de atracción es que su protagonista, Lali Espósito, se juega con un personaje completamente diferente a todo lo visto en su carrera.
Fundamentalmente vinculada a muchísimos éxitos televisivos como “Esperanza Mia” “Solamente Vos” o “Casi Angeles” y al mercado discográfico donde ha tenido un éxito arrollador, Espósito rinde ahora su prueba de fuego en un papel dramático enmarcado dentro de un thriller, algo completamente diferente a todos los personajes anteriormente abordados.
Y si bien había incursionado en el cine con pequeños papeles en “Me casé con un boludo” o “La pelea de mi vida” y había llegado al protagónico en la comedia de Ariel Winograd (“Permitidos”), hasta el momento se presentaba en papeles de comedia disparatada similar a los que había jugado para las producciones de Cris Morena o Pol-ka. Justamente uno de los principales atractivos de “ACUSADA” es poder mostrarle al público, una Lali desconocida.
En “ACUSADA”, Lali es Dolores Dreier, una joven involucrada en el crimen de su amiga Camila en circunstancias oscuras que no han podido dilucidarse, después de una fiesta con exceso de alcohol, de la que recuerda algunos detalles y sólo en forma fragmentaria. Para sumar tensión al caso, previamente Camila había filmado un video en el que se la veía a Dolores teniendo sexo con un amigo, y aún bajo la amenaza de “si alguien lo llega a ver, te mato”, el video rápidamente fue viralizado, dejando totalmente expuesta a Dolores en su grupo de amigos.
Esto la convierte casi indudablemente en la principal sospechosa –además de ser la última que vio a su amiga con vida- y le da el móvil necesario para cometer el crimen. Como buen producto de cine mainstream, los rubros técnicos son impecables y el ritmo con el que está filmada transmite ese nervio que todo thriller necesita.
En todo momento estamos atentos y pendientes de la resolución del típico dilema de “culpable o inocente?” y, en ese sentido, el guión escrito por el propio Tobal con la colaboración de Ulises Porra Guardiola (director de “Tigre”) siembra multiplicidad de pistas en ambos sentidos y nos hace difícil la tarea de encontrar una respuesta contundente.
Será tarea del espectador ir recopilando todos los elementos, ir jugando al detective y tratar de resolver el enigma que aparece desde la primera escena. Pero “ACUSADA” comienza construyéndose como un thriller judicial tradicional para ir mutando en algo más complejo e interesante.
El rol que juega la prensa en el caso, la situación de una familia de clase alta que se ve envuelta en un caso policial e intenta evitar fracturarse pagando costos altísimos, las reacciones, la ética, la moral, el entramado que van fabricando los abogados (sobre todo el de la familia Dreier –Daniel Fanego-) atentos a cada uno de los detalles que deben cuidarse milimétricamente para dar la imagen exacta que se necesita, las manipulaciones mediáticas y la mirada del mundo de los adolescentes de hoy, hacen que en más de un momento, el film de Tobal se aparte de la mera receta prefabricada que se espera para un producto de estas características.
En ese sentido, el guión es funcional tanto a la trama central como a las subtramas que pretende abordar, aún cuando existen ciertos personajes delineados de una forma algo caprichosa (el adolescente que ingresa a la casa llevado por una amiga de Dolores que inicia una relación sentimental con ella) y situaciones que se resuelven intempestivamente (la escena del aljibe, es una de ellas).
Tobal se rodea de un elenco en donde todos cumplen a la perfección con su personaje: Leonardo Sbaraglia es el padre de Dolores, Inés Estévez la madre (aún con algunos desniveles durante el desarrollo, sobre el final le bastará una mínima escena en el despacho del abogado para demostrar su calidad como actriz y su potencia gestual).
Daniel Fanego como el abogado de los Dreier vuelve a brillar en los roles secundarios a los que nos tiene acostumbrados, la participación de Gael García Bernal en una escena que es totalmente clave para el desarrollo del filme y Gerardo Romano se luce en el rol del fiscal. Lali Espósito logra sortear esta prueba tan importante dentro de su carrera, pero no se la nota cómoda en el personaje.
Se la ve más ocupada en mostrar que está dejando atrás a la comediante y su viraje al drama (como se lo veía a Francella en “El Clan”) que en fluir entendiendo a su Dolores no solo desde una capa exterior, sino desde también su complejo mundo de encierro, al que Lali parece no poder llegar.
Compone a su Dolores valiéndose de ciertos tics de los que termina abusando (mandíbula hacia afuera, mirada perdida, rostro con el ceño fruncido todo el tiempo) y no logra despegar de una “cáscara” sumamente elaborada pero que no transmite la dualidad que el personaje necesitaba y aún la oscuridad que aparece en algunos momentos, queda desdibujada por caer una y otra vez en el tic impostado que termina siendo el lugar común en toda la película.
Pero “ACUSADA”, apuesta a más y sobre el final, sale de cualquier convencionalismo y se libra de la mera cuestión de “Culpable o inocente?” para dejar al espectador pensando, reconstruyendo los datos y abriendo la polémica.
Y esa decisión, ese golpe de timón de Tobal sobre el final de la película, escapándose del lugar común de “la sorpresa final” que todos esperan, la hacen positivamente diferente más allá de un muy buen producto de cine de entretenimiento.