Hacer mucho con poco, una constante dentro del cine nacional. Más allá de la calidad del resultado, no puede negarse la capacidad de numerosos talentos -no hablemos solo de Argentina, extendamos el alcance hasta el cine latinoamericano- para exprimir al máximo los contados recursos con los que se poseen. El caso de Adiós Entusiasmo no es la excepción pero, a diferencia de muchas obras que corren por estos tiempos dentro del país, el film del colombiano Vladimir Durán apunta más hacia lo experimental, lo teatral, lo metarreflexivo, con lo que su visionado no deja indiferente, ya sea que guste o no.