Noche de recuerdos
Dirigida por Karina Zarfino, Adiós querido Pep (2016) recrea una situación traumática en la vida de las personas, que sirve de disparador para que salgan a la luz aquellas cosas que se ocultan con el transcurrir cotidiano.
Isabel (Florencia Raggi) acude junto a su marido (Facundo Arana) al velorio de Pep, el esposo de su amiga Marla (Claudia Cantero). Durante esa noche, que transcurre bajo un ritual que se asemeja al budista, el pasado regresa junto con Pilar (Marian Bermejo), quien le recuerda a Isabel una parte de su vida compartida en Barcelona.
Adiós querido Pep es una película simple (que bien podría ser teatral) en la que se observa cómo reaccionan los seres humanos frente a la muerte. Porque el hecho de ver que la vida se puede terminar en un segundo, produce que se replanteen algunas de sus decisiones, creencias y percepciones. Las tramas se entrelazan de forma bastante llevadera, pero las aristas que no resuelven por completo dejan afuera al público.
Raggi se destaca en un protagónico creíble, que transmite los diferentes climas que atraviesa. Arana, Cantero y Bermejo completan un elenco que funciona.
Lejos de ser una superproducción con despliegue técnico, el film de Zarfino se basa en el diálogo entre sus personajes. Y aunque es correcto sin deslumbrar, quizás genere –o no- que la reflexión se traslade a los espectadores.