Adiós querido Pep

Crítica de Rodrigo Seijas - Fancinema

CUANDO EL DISCURSO LO IMPREGNA TODO

La premisa de Adiós querido Pep es clara desde un comienzo: ese reencuentro entre tres amigas (Florencia Raggi, Claudia Cantero y Marian Bermejo) durante el velorio del marido de una de ellas es la excusa para delinear un relato donde conviven la sombra del pasado, los dilemas del presente y la incertidumbre por el futuro, con las posibilidades que presenta la espiritualidad como telón de fondo y factor condicionante.

Sin embargo, los problemas de este drama escrito y dirigido por la debutante Karina Zarfino atraviesan múltiples vertientes de su planteo que se encadenan entre sí. Por empezar, más que un delineamiento de los conflictos, hay un forzamiento de ellos, a partir de la remarcación permanente desde los diálogos y las situaciones que se van construyendo. De hecho, es difícil encontrar tramos en la película que no salgan del lugar común y la impostación en las frases o gestos.

Esta impostación transforma al relato en un mero vehículo para una vacua discursividad espiritual, repleta de facilismos y esquematismos, que no sólo afecta al ritmo narrativo -pesado y aburrido en la mayoría de los tramos-, sino a la posible empatía que podrían generar las protagonistas. Esto se nota particularmente con el personaje de Raggi, que se la pasa enunciando lecciones de vida y espiritualidad, a los demás y a ella misma, hasta extremos difíciles de soportar. Y si las mujeres, entre tantas frases altisonantes, no terminan de cobrar vida, los hombres -especialmente Facundo Arana y Juan Palomino, que se disputan a Raggi- son pura superficie, meros estereotipos que desfilan por la pantalla.

Ni siquiera desde la puesta en escena hay un poco de aire fresco: en Adiós querido Pep, la composición de planos, la utilización de los espacios, el movimiento y el aprovechamiento del factor temporal están siempre en función de la bajada de línea permanente, con lo que el film no puede salir de una vacua teatralidad. La discursividad impregna toda la historia y en Adiós querido Pep no se pueden rescatar imágenes vinculadas a lo cinematográfico.