El dueño de una joyería trata de huír de la invasión nazi a Francia y le deja su negocio a su empleado. No logra escapar y se esconde en los sótanos de su local, conviviendo con el empleado y su esposa. La película es densa, sobre todo sostenida en las actuaciones (intensas como corresponde a tema y forma) y excede el contexto para presentar una cumplida fábula moral a la que no le falta suspenso.